“Me gusta el trabajo en el ámbito la investigación”

“Realmente... no sé muy bien cómo he llegado hasta aquí”, dice Víctor Vázquez Rodríguez, y se encoge de hombros. “Si me preguntas hace años, cuando estaba en la carrera, jamás te hubiese dicho que querría ser investigador. Mi idea era más bien terminar el grado, encontrar trabajo en alguna empresa..., y ya está. Sin embargo, durante mis prácticas en empresas acabé muy desilusionado con la perspectiva de trabajar en la industria privada, y tomé la decisión de darle la oportunidad a la investigación. De ahí que me fuese a la Universidad de Granada a hacer el master. Y allí, uno de los profesores me habló de los contratos de investigación que ofrecían... y el resto es historia”.

Fue la decisión acertada para él, asegura. “Aunque debo admitir que trabajar en investigación puede ser muy caótico y desesperante por momentos. Estás constantemente probando cosas que a lo mejor nadie ha hecho antes, en áreas de conocimiento tan específicas que, a veces, encuentras poca ayuda... Tienes que aprender a desenvolverte solo; a buscar, leer y aprender por tu cuenta. Si juntas esto con que tienes que estar pendiente de las fechas de entrega, la burocracia, las resoluciones de becas/ayudas que no llegan... Puede ser muy estresante”.

“He visto casos de compañeros que, por algún error burocrático, se han quedado sin contrato durante meses, teniendo que seguir trabajando porque la investigación no para, y sin cobrar...”, añade. “Tristemente, todo esto son realidades del mundo universitario en nuestro país y que poco a poco intentamos cambiar”.

Decisión

Víctor es de Almería. Desde pequeño le gustaba jugar con el ordenador, y a la hora de decidir carrera, lo tuvo claro: solo marcó Ingeniería Informática en la UAL en su lista de preferencias. “Ninguna otra carrera ni ninguna otra universidad. Y la verdad es que no me arrepiento para nada de esa decisión. Realmente antes de la universidad no había ‘cacharreado’ con los ordenadores, así que no tenía mucha idea de cómo iba a ir la cosa, pero rápidamente vi que me encantaba...”.

Cuando terminó la carrera se fue a Granada a hacer el master universitario en la UGR, y vio que se publicaban contratos de investigación vinculados al proyecto del acelerador de partículas de Escúzar. Mandó sus datos, y en 2020 lo seleccionaron. “Así empecé a trabajar en el mundo académico”, dice. “Después de un año contratado, me gustó tanto la experiencia que me lancé de lleno a por el doctorado y ahora me dedico a ello a tiempo completo con una beca FPU del Ministerio de Universidades”. Además, entre algunos antiguos amigos de la UAL comenzó a rondar la idea de montar algo propio, fundar una empresa... “Así que en marzo de 2021 registramos Hexacode”, dice, “y metimos los pies en el mundo de la consultoría informática privada por nuestra cuenta”.

Doctorado

A Víctor, personalmente, lo que siempre le ha parecido fascinante es la tecnología como tal, afirma. “Tanto a nivel de dispositivos como de programas informáticos. Entonces, me encantó descubrir la programación, las herramientas que hay detrás y cosas como la nube..., y me sentí muy cómodo durante la etapa de la universidad. ¡Aunque siempre me ha sido más fácil hacer la parte práctica que la teórica!”.

Ahora, en el doctorado, Víctor ha descubierto que le gusta mucho trabajar con hardware y con equipos, algo así como un administrador de sistemas. “A diario trabajo con instrumentos científicos, como relojes atómicos o receptores de satélite, que a mí me parece la mejor parte del día a día”.

Su tesis se desarrolla en el campo de la sincronización de tiempo a través de redes Ethernet y comunicaciones críticas, explica. “Realmente, son tecnologías muy específicas, pero absolutamente necesarias en campos como las finanzas, los automóviles, el espacio, la robótica o las instalaciones científicas como aceleradores de partículas o radiotelescopios”.

“Esto hace que el trabajo que desarrollamos se enmarque en proyectos a nivel europeo e internacional, como el IFMIF-DONES, el acelerador de partículas que se espera construir en Granada”, añade. “Y, además de esto, por tener una beca FPU, también doy algunas clases en la UGR”.

Actualmente, la tecnología está, prácticamente, en todos los aspectos de nuestras vidas. “Nos hace la vida más fácil”, reflexiona Víctor. “Pero siento que nos estamos olvidando de los que no tienen tan fácil su uso, como los mayores. Es una rueda que no para de girar, pero no podemos dejar atrás a quienes no son capaces de seguir el ritmo porque eso es casi como dejarles fuera de la sociedad”.