Desierta. Así ha quedado la licitación de las obras para la rehabilitación del Colegio Virgen del Socorro de Pescadería cuyo procedimiento administrativo se cerraba el pasado 24 de enero y que parece que no ha terminado de atraer a ninguna empresa por las condiciones de la contratación prevista.
Según explican fuentes municipales, todo apunta a que el motivo por el que no se ha despertado el interés entre las empresas constructoras que se deseaba es el precio por el que ha salido a concurso. A pesar de que el proyecto se redactara hace apenas unos meses, lo cierto es que parece estar por debajo del mercado actual y es por ello por lo que lo previsto es realizar una revisión de precios y volver a iniciar la licitación.
Exactamente la cuantía por la que salió a concurso la construcción de estas obras es de 905.975,67 euros y contaba con un plazo de ejecución de nueve meses.
Fondos
Hay que tener en cuenta que esta actuación se sufraga a través de fondos de la Estrategia DUSI por lo que tiene que ejecutarse en los plazos establecidos para la finalización del proyecto ‘Almería, ciudad abierta’.
Esta rehabilitación del edificio no contempla una actuación en todo el colegio que en su día diseñara Guillermo Langle en 1963, sino que recoge una primera fase en la que se contempla la reparación de la estructura y de la carpintería exterior, la rehabilitación de la cubierta y de la totalidad del cerramiento exterior, además del acondicionamiento de la planta baja y del patio.
El inmueble ocupa una superficie de solar de 672 metros cuadrados de planta y cuenta con una superficie construida de 1.287 metros cuadrados, dividida en tres plantas.
La intención con la que se rehabilitará este espacio pasa por adaptarlo para convertirlo en epicentro de actividad social y laboral del barrio de Pescadería. Además, se contempla que tenga sitio para el trabajo para la revitalización comercial con actuaciones de dinamización y creación empresarial.
Este inmueble lleva cerrado a cal y canto muchos años y los colectivos sociales han demandado en multitud de ocasiones su puesta en uso. Sería en febrero de 2017 cuando desde el colectivo ‘La Chanca-Pescadería a mucha honra’ presentara un escrito en el Ayuntamiento de la capital reclamando su puesta en valor convirtiendo este espacio cerrado en Centro de Actividad Ciudadana y de Participación ya que consideraban que “las pocas instalaciones existentes de este tipo no pueden atender a la situación actual de superpoblación y necesidad de espacios musicales, culturales y sociales”. Si se consigue empresa para la rehabilitación, se podrá poner en valor.
Otro caso más
La existencia de obras abandonadas por las empresas adjudicatarias durante su desarrollo o justo antes de empezar, o que las licitaciones queden desiertas, se está convirtiendo en algo habitual en el panorama de las obras públicas almerienses.
Es cierto que con la subida continuada de los precios en los materiales de obra esta situación se repite. En la capital Vialterra abandonó la obra de Blas Infante antes ni siquiera de empezar porque no le cuadraban las cuentas, y al Consistorio se le quedó desierta la construcción de viviendas de Costacabana que encendió la alerta a la hora de paralizar y volver a licitar la promoción de Vilches con precios revisados, que es lo que se tendrá que hacer en Pescadería.
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