Marruecos vende ya más hortalizas en España que la propia Almería

Agadir es la 'Almería' de Marruecos. Allí germinan bajo plástico la mayor parte de las hortalizas que el país alauita comercializa en la Unión Europea, principalmente tomate. El reino de Mohamed VI, uno de los principales terratenientes de la región a través de su empresa ‘Les Domaine Agricole’, se sigue reforzando como el principal proveedor no comunitario del mercado hortofrutícola español, con un crecimiento del 20% hasta noviembre de 2022 hasta un total de 849 millones de euros y casi medio millón de toneladas, según los datos de Fepex. Es por tanto, España, uno de los principales clientes de las hortalizas germinadas en el país vecina, en competencia con la propia huerta almeriense.  

De hecho, según las últimas cifras facilitadas en el informe de Cajamar, el invernadero almeriense comercializó por valor de 3.700 millones de euros la última campaña. Si se tiene en cuenta que el 80% va a la exportación, la cifra de consumo interno -740 millones de euros- es inferior a la que los marroquíes comercializan España. 

La progresión de los cultivos de invernadero en el país vecino también supera a la de Almería. Este crecimiento está siendo observado en los últimos años por la Consejería de Agricultura con técnicas de análisis de imágenes por satélite. Según este informe, Marrueco podría haber superado ya las 26.000 hectáreas de invernadero, acercándose a Almería que suma 32.000 con crecimientos mucho más discretos.

Teniendo en cuenta que 2022, Marruecos disponía de una superficie invernada de 9.000 hectáreas, se concluye que en las ultimas dos décadas su agricultura intensiva y cada vez más tecnificada, aunque no tanto sus condiciones laborales, ha evolucionado a un ritmo de casi 2.000 hectáreas anuales.

Los mayores crecimientos se están produciendo en la zona norte del país, áreas que están más próximas a los puertos desde los que se realizan los envíos de frutas y hortalizas. A través de su Plan Marroc Vert, antecedente del actual Generation Green 2020-2030, la agricultura intensiva se ha convertido en un sector estratégico para su economía.

Marruecos, además, guarda otro as en la manga: más de 5.000 nuevas hectáreas en el Sáhara Occidental, a pesar de la confusión que hay sobre su legalidad para entrar en la Unión Europea como producto marroquí, mediante el acuerdo de asociación firmado en 2000.

La mayoría de estas hectáreas, a pesar del hermetismo existente, se destinará al cultivo y exportación de tomate, con lo que Marruecos continuará dando la estocada a uno de los cinco grandes del invernadero almeriense. Algunos de los productores almerienses, y de la zona de Murcia han optado por arrendar tierras en esa zona de producción.

Otra de las zonas en expansión es la de Dakhla (antigua Villa Cisneros) donde el propio monarca tiene intereses a través de su emporio empresarial junto a otros altos cargos del Gobierno. Mohamed VI, que pasa una gran parte del año en Francia, cuenta con una sociedad de exportación bajo el acrónimo GEDA que mantiene una alianza con la  entidad francesa Frulexxo, que contra gran parte del tránsito de frutas y hortalizas en el paso fronterizo de Perpignan.

El gigante Tanger Med

Una de las principales tareas a las que se ha aplicado también la monarquía marroquí en las últimas décadas, desde la época de Hassan II, ha sido la mejora de las condiciones logísticas portuarias, sobre todo a través de puertos gigantes como Tanger Med. A partir de ahí Marruecos tiene grandes pretensiones para que pueda finalizar el Corredor Central Ferroviario, que unirá Tánger con Algeciras hasta la Frontera Francesa con carga de contenedores. De momento es un proyecto que avanza con paso más firme que el Corredor Mediterráneo en el que está implicada Almería con dos proyectos logísticos para hortalizas como el Puerto Seco de Níjar y la plataforma logística de contenedores en Pulpí, bautizada con el nombre de Port Rail Almanzora.