El acto central del desayuno-coloquio organizado este miércoles por La Voz en Sevilla -con el patrocinio de Cajamar, Endesa e Hidralia- sobre ‘el modelo Almería: de desierto a mar agrícola’ ha sido una mesa redonda moderada por Antonia Sánchez Villanueva, subdirectora de este periódico, en la que han participado seis destacados expertos. Por por orden de intervención, han sido Andrés Sánchez Picón, catedrático de Economía de la Universidad de Almería; María del Carmen Galera, directora general de Tecnova; Juan Carlos Gázquez, subdirector de Cajamar Innova; Juan Álvarez Avello, responsable de planes Futur-e de Endesa; Ernesto Sánchez, director de Desarrollo e Innovación de Hidralia, y María Zamora, directora general de Vellsam.
Precisamente Zamora ha lanzado la idea de que “el futuro de la agricultura es la salud”, y de las herramientas que ya existen y se están utilizando en Almería para ello. Entre ellas se ha referido a la cátedra creada por su compañía con la Universidad de Granada -con las facultades de Medicina y Farmacia-, en las que se están desarrollando, por ejemplo, fertilizantes para el tomate o la lechuga que les transmiten capacidades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas. “Somos lo que nuestras plantas comen”, ha afirmado Zamora.
La mesa redonda ha comenzado con la intervención de Andrés Sánchez Picón, quien ha hecho una reflexión sobre el contexto histórico de largo recorrido que ha iniciado con el nacimiento administrativo de la provincia hace 200 años, y ha puesto de manifiesto cómo el crecimiento de su población, sobre todo a partir de finales del siglo pasado, ha estado directamente relacionado con su particular modelo económico sustentado en el sector agroalimentario pero con características de la industria, como la innovación o el conocimiento, y con un carácter endógeno, no importado, y la activación de recursos locales, como el agua y el factor humano, llegado de la Alpujarra. “Se activan recursos humanos y naturales en un modelo de colaboración público-privada”, ha dicho.
María del Carmen Galera también ha incidido en esa evolución de una provincia que en los años 50 del siglo XX era un desierto y que hoy en día se ha convertido “en un mar de plástico bajo el que hay un bosque y una industria de frutas y hortalizas, con más de 32.000 hectáreas de agricultura intensiva. Galera se ha referido a la evolución del invernadero, desde “el tipo parral ‘made in Almería’, que fue el que inició todo el sistema” a los más modernos de la actualidad que han multiplicado la producción, a pesar de la escasez de agua, de tierra y del viento de esta tierra donde, ha dicho, “los problemas son retos”, de forma que esa falta de suelo, por ejemplo, se ha solucionado con alternativas como el cultivo hidropónico, y se ha llegado a un punto donde la biotecnología permite producir exactamente lo que quiere el consumidor.
Asimismo, ha destacado cómo en Almería se ha aprovechado al máximo el agua, hasta tal punto de que en la actualidad investigadores de otros países acuden a la provincia para importar estos sistemas, como los de la fertirrigación o la automatización del riego a través de depósitos con una composición a medida que requiere cada planta y en el momento más adecuado. Y ha concluido su intervención refiriéndose a la nueva agricultura 4.0, que permite disponer sensores en la planta para poner soluciones "antes de que se resfríe", a través de la inteligencia artificial o la robótica. “Tenemos tecnología, productividad, rentabilidad y sostenibilidad; es decir una poderosa herramienta para el desarrollo económico y social del mundo made in Almería”, ha finalizado.
Rentabilidad
El subdirector de Cajamar Innova, Juan Carlos Gázquez ha recordado las lecciones de Juan del Águila y se ha centrado en la relevancia del agua para mantener el modelo almeriense, que como ha dicho se caracteriza por la rentabilidad que siempre ha sabido obtener del líquido elemento. Y lo ha explicado con datos: “Almería solo ocupa el 0,24% de la superficie agrícola de España, y sin embargo tiene el 8% de su producción agraria y el 24% de las hortalizas”. Y además, la provincia es también la que más empleo produce por hectárea comparado con el resto del país.
Gázquez ha incidido en que Cajamar siempre ha apostado por ofrecer al sector financiación, formación y equipos para mejorar sus sistemas de riego, instalaciones a través de sus distintos planes y su línea de agua. En esta línea, se ha referido también a la incubadora de empresas de alta tecnología del agua, con la que se pretende acompañar a emprendedores y empresas en el desarrollo de nuevos proyectos para abordar los desafíos globales del agua, de forma que ya son más de 60 los acogidos a este proyecto. “Estamos empezando, tenemos un gran modelo pero hay que seguir trabajando", ha concluido tras recordar de nuevo a Del Águila, quien según ha dicho tenía dos preocupaciones fundamentales: ayudar a mejorar la economía almeriense y contribuir en todo lo posible para que nunca faltara el agua.
Juan Álvarez, responsable de planes Futur-e de Endesa ha centrado su discurso en la actuación de la compañía respecto al cierre de la central de Carboneras, y sobre todo en explicar cómo la compañía ha contribuido a mejorar el futuro de esta población abriendo un concurso internacional de proyectos en esta localidad para aprovechar sus instalaciones. Álvarez ha destacado que este concurso es el que ha tenido más éxito de los acometidos en España, con 14 empresas presentadas, de forma que finalmente se ha apostado por seis de ellas, que ya están en fase de desarrollo y que crearán “más empleo que el que se ha destruido por el cierre de la central”. Estas empresas trabajan, ha dicho, en distintos sectores, desde los combustibles avanzados para el sistema marítimo a la acuicultura, la producción de algas o la logística.
Ernesto Sánchez, de Hidralia, se ha referido fundamentalmente a los retos de futuro relacionados con el agua en la provincia, que presenta a día de hoy un importante déficit. Y ha señalado que en el horizonte de 2027 es necesario plantearse objetivos de eliminación de la sobreexplotación de acuíferos y de revertir el desequilibrio actual de los cinco subsistemas provinciales (que son la cuenca del río Adra y Dalías, la cuenca del Andarax, el Campo de Níjar, La Sierra de los Filabres-Estancias y el Río Almanzora). Y ha precisado que estos cambios deben garantizar la sostenibilidad, con la participación público-privada y utilizando todos los recursos técnicos y humanos disponibles “porque el futuro va en ello”.
A su juicio, en ese horizonte de 2027 debería aumentarse al agua regenerada en la provincia en más de 20 hectómetros cúbicos, y el agua desalada en más de 101, al tiempo que es necesario revertir la sobreexplotación de los acuíferos. Sánchez considera necesaria una apuesta por la eficiencia, que llevaría consigo la reducción de la demanda en unos 24 hectómetros cúbicos. Para ello ve necesario también la construcción de instalaciones fotovoltáicas para reducir el precio y aumentar la producción de agua regenerada. “Hoy solo se regenera el 10% del agua de las depuradoras, que supone 400 hm/3 al año, y hay capacidad de llegar a los 4.000”, ha afirmado.
También ha puesto el ejemplo de la comunidad de regantes de las Cuatro Vegas del Bajo Andarax, que tiene 3.200 hectáreas cultivadas y que riega con 9 hectómetros cúbicos de agua de la depuradora de Almería regenerada. “Es un ejemplo que conocemos bien por su funcionamiento, y en Hidralia participamos en la gestión y el asesoramiento técnico para asegurar la trazabilidad y calidad del agua”.
Para terminar, ha considerado fundamental la digitalización, el uso de la inteligencia artificial, los modelos automáticos y los sensores, entre otros mecanismos, para eliminar pérdidas en las redes de agua, a fin de que estas nunca sobrepasen el 10%, algo que por desgracia no se cumple en muchas ocasiones.
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