Operación contra los petaqueros: Guardia Civil decomisa 200 garrafas

La Guardia Civil aumenta la presión sobre la distribución clandestina de gasolina frente a las costas de Almería, básica en la alimentación de narcolanchas y pateras. 

Una operación desarrollada por el Servicio Marítimo del Instituto Armado el pasado fin de semana se ha saldado con la captura de unas 200 garrafas de combustible localizadas a bordo de un barco pesquero, presuntamente convertido en una ‘gasolinera flotante’.

Las petacas se desembarcaron en el Muelle de Poniente del Puerto de Almería, donde se realizó una inspección preliminar del contenido de cara a la denuncia.

La venta de combustible de manera clandestina en el litoral de Almería (también en otras provincias andaluzas, especialmente en el Estrecho de Gibraltar) se ha convertido en un problema de seguridad en varios sentidos. La actividad no puede castigarse directamente como un delito contra la salud pública si los ‘petaqueros’ no son detectados directamente durante las labores de repostaje de las lanchas. Esto supone que la inmensa mayoría de las operaciones contra estas personas se tramite como una actividad de contrabando o, en algunos casos, como un posible delito contra el medio ambiente, cuando se entienda que existen vertidos o riesgos para el entorno natural.

Los altos precios

Sin embargo, al mismo tiempo, la gasolina es fundamental para permitir el retorno de grandes lanchas cargadas de droga o, incluso, para pateras. Cada garrafa de fuel rellenada en tierra multiplica por varias veces su valor en alta mar. 

“El transporte de gasolina es un negocio. Las embarcaciones necesitan combustible y ellos pagan las garrafas de 25 litros entre 350 y 500 euros, depende de cada caso”, explicó una fuente vinculada a esta actividad a preguntas de LA VOZ DE ALMERÍA. “Lo único que hacen es llevar las garrafas y no queremos saber nada más, lo que hagan con ella no es nuestro problema”. 

El Real Decreto 339/2021 de 18 de mayo, por el que se regula el equipo de seguridad y de prevención de la contaminación de las embarcaciones de recreo, contempla un catálogo de sanciones por infracciones en la custodia del combustible, si bien las cantidades son muy inferiores a las plusvalías que podrían obtener por la venta de las petacas mar adentro.