Seis condenados por abusar de una menor prostituida por su madrastra

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha condenado a seis ciudadanos a penas que suman 30 años de prisión por mantener relaciones sexuales con una menor de edad, prostituida por su madrastra en el municipio de El Ejido.

El tribunal impone a la mujer una condena de seis años y tres meses de cárcel por la comisión de un delito relativo a la prostitución y de un delito de lesiones en el ámbito familiar, además de prohibiciones de acercamiento y comunicaciones.

Según la sentencia, consultada por LA VOZ, en algún momento entre los años 2011 y 2012, la acusada drogó a la menor, la inspeccionó y la amenazó con revelar a su padre que había perdido la virginidad. La niña tenía entre 15 y 16 años, según la resolución.

Desde entonces, la acusada la extorsionó para que se prostituyera en entornos del Poniente de Almería, con servicios sexuales que buscaba en la calle y cobraba entre 10 y 50 euros en ambientes marginales.

El relato de hechos, de enorme dureza, reproduce un sistema de amenazas y agresiones sexuales que se prolongó, al menos, hasta el año 2014. Según la investigación, la víctima se vio con, al menos, seis vecinos, todos ellos acusados y condenados en el proceso judicial iniciado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número Dos de El Ejido.

Los delitos sexuales se cometían en un entorno de marginalidad y la menor recibió golpes, amenazas e insultos cuando se negaba a participar de las prácticas reclamadas por estos clientes.

Entornos marginales

El tribunales confirma la condena de la Audiencia de Almería, que impuso a tres acusados penas de 11 meses de prisión, a un cuarto 22 meses y a los dos restantes 10 años, además de medidas de libertad vigilada. “La madrastra, bajo la amenaza de revelárselo a su padre, actuaba con agresiones físicas en caso de no traer el dinero que diariamente le reclamaba”, detalla la sentencia. “No solo el testimonio ofrecido por la víctima nos resulta creíble, sino que, lo más decisivo, la información aportada por esta, puesta en relación con el resto de los datos, apuntados por la Sala, la consideramos fiable”.

“Son muchísimas las ocasiones en las que ella hace referencia a como la obligaba su madrastra, con la que convivía, que incluso le preparaba también citas en el domicilio propio cuando no estaba su padre”, añade el tribunal. Los forenses acreditaron en el caso que se trataba de una “niña”, referencia clara de su minoría de edad. La sentencia recoge varios episodios de violencia contra la menor, prostituida con clientes que iban a buscarla incluso a la salida de las clases.

En marzo de 2014 fue asaltada por un acusado que la intentó forzar para meterla a la fuerza en el interior de un vehículo. La menor se refugió en el centro, donde fue perseguida, y recibió arañazos y golpes, según el tribunal.
Además, las diligencias acreditan la existencia de otros clientes que, aprovechando la especial situación de vulnerabilidad de la niña, abusaron de ella en lugares como descampados. Sin embargo, estos varones no han podido ser identificados por la investigación y la acusación se dirigió únicamente contra seis de ellos.