El Sangre: “No soy racista, tengo amigos ecuatorianos y marroquíes”

El juicio oral contra los supuestos miembros de un grupo neonazi conocido como Antas Klan quedó este miércoles visto para sentencia en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería. La Fiscalía retiró la acusación contra un joven desvinculado de responsabilidades en el caso, pero mantiene las peticiones de cárcel para Alejandro C. (un año y medio de prisión) y Diego C., alias El Sangre (siete años y medio).

El presunto líder de Antas Klan defendió su inocencia en su última palabra. "Estoy harto de que me pongan de algo que no soy; no soy una persona racista, tengo amigos ecuatorianos y marroquíes", señaló visiblemente emocionado en su intervención.

El Sangre es el principal señalado en la causa judicial. La Guardia Civil monitorizaba sus movimientos especialmente tras la aparición de panfletos de corte racista en Antas en 2019, donde se anunciaba el inicio de las actividades de patrullas ciudadanas para "defender el pueblo a capa y espada" después de "más de 50 robos" y "persecuciones machistas de personas árabes hacia las niñas".

El joven rechaza las acusaciones de su participación en actos violentos y tampoco se reconoce en la descripción de un líder neonazi en la provincia. En su vivienda se encontraron pasquines de Antas Klan, de los que habló en conversaciones telefónicas captadas por la Guardia Civil, sin embargo, El Sangre niega ser el autor de esos documentos.

Los puños americanos hallados en el registro realizado por Información y Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil eran, según el acusado, propiedad de su compañero de piso, de origen latinoamericano. Y los carteles con simbología nazi, piezas de "coleccionismo".

Según la Fiscalía, Antas Klan había organizado patrullas ciudadanas para amedrentar a ciudadanos de origen extranjero. Ciertamente la vista oral no ha acreditado agresiones por parte de Diego El Sangre e, incluso, ha diluido su participación en un incidente ocurrido durante una fiesta el 12 de octubre; no obstante, el proceso ha aflorado indicios de actividades racistas.

Las escuchas telefónicas captadas por la Guardia Civil confirman que el acusado se jactó del impacto de los pasquines en el pueblo y la ausencia de "putos moros" en las calles del pueblo. Este elemento ha sido subrayado por la Fiscalía para acreditar la existencia de un presunto delito de odio, ya que no se tratarían de hechos circunscritos a una esfera privada sino de acciones sobre un pueblo pequeño y con consecuencias directas en la convivencia.

Además, el comandante jefe del grupo de Información de la Guardia Civil en Almería detalló el comportamiento de Diego El Sangre en redes sociales y señaló que posee tres tatuajes, a saber, una cruz de Borgoña, una escudo de la División Azul (mano izquierda) y una corona de laurel. La defensa trató de discutir el significado "real" de los tatuajes y el joven señaló en su última palabra que el laurel tenía un mensaje de recuerdo a su abuelo.

Por otra parte, el acusado Alejandro C. rechazó su participación en una agresión racista. "Yo no soy ni de extrema izquierda ni de extrema derecha", afirmó. Los testigos le sitúan en el incidente durante la celebración de una fiesta el 12 de octubre de 2019 en Antas, donde un joven de origen marroquí fue acorralado y perseguido hasta su coche, aunque su participación en la agresión tendrá que ser definida por el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Almería. El fiscal cree que estuvo implicado y siguió a la víctima hasta el vehículo, que fue pateado y sufrió daños. El acusado lo niega.

Extrema derecha en Almería

El caso de Antas Klan ha abierto el debate sobre la presencia de grupos de extrema derecha en Almería. El informe de la Guardia Civil sobre El Sangre le vincula presuntamente a las actividades de neonazis y otras entidades radicales dentro y fuera de la provincia.

Los autos citan grupos como los neonazis de Bastión Frontal o Lo Nuestro de Murcia. También mencionan actividades presuntamente realizadas por Diego El Sangre en perfiles de redes sociales con reminiscencias nazis (Hess o el 88) y su papel como "dinamizador de una grada de fútbol de la Unión Deportiva Almería".

El principal acusado ha rechazado de plano estas conexiones y discutió aspectos como la invitación a los actos del 12 de octubre a Lo Nuestro (Murcia) y a uno de sus miembros conocido con el alias Suburbio. "No hubo nadie de Murcia", aseveró El Sangre el lunes. "Era un acto para las familias de Antas (sin diferencias por raza)".

El escrito de acusación de la Fiscalía Provincial alude directamente a la participación de El Sangre en Almería Patriota, Liga Joven Almería y "otras de similar naturaleza como Lo Nuestro o Almería Inconforme".