La Plaza Balneario San Miguel, entre Avenida Cabo de Gata y Gibraltar Español, amanece envuelta en el aroma del pan recién hecho en el obrador de la familia Cortés Pintor. También entre el eco del martilleo de los brazos de las cafeteras y con el murmullo de un encuentro entre vecinos que acaban de cruzarse en la puerta de Zebras. Arranca un nuevo día en un vecindario en el que desde hace más de dos décadas empezó a crearse un ‘ecosistema’ propio, en el que vecinos y comerciantes conviven como una gran familia en torno a una plaza que siempre suele estar muy concurrida.
Ya no hay bancos para sentarse, nunca tuvo columpios, pero siempre ha sido epicentro de la vida social, cultural y económica del Residencial San Miguel, donde una decena de negocios levantan su persiana cada mañana y se apoyan entre sí para mantener el comercio de barrio a flote. El ambiente roza lo idílico: la mayoría de los propietarios de los negocios son residentes de la zona y todos se vuelcan para que todo fluya con normalidad y armonía en un residencial que posiblemente sea el único de España en el que viven dos Secretarios de Estado: Consuelo Rumí y Fernando Martínez.
Negocios con solera
"Tenemos clientes de muchos años, del barrio. Siempre nos hemos ayudado, antes de la pandemia se organizaban mercadillos en los que cada uno aportaba sus productos, también actuaciones del Niño de las Cuevas y la librería hace numerosas actividades que consiguen llenar de niños esta plaza", detallan Isabel y Gerardo, que desde su tienda artesana, El Horno del Pan, fueron testigos de cómo se fue construyendo al otro lado de la calle San Miguel un residencial en el que terminarían viviendo.
Igual que los Córdoba y desde la casa azul de Naveros, desde su escaparate tienen una vista privilegiada a una Plaza Balneario San Miguel en la que en 2003 celebraron una Nochevieja juntos David Bisbal y Chenoa. Fue en una fiesta privada en Glow Café, templo futbolero regentado en sus inicios por la familia de Héctor Berenguel y que desde 2019, ya bajo el nombre de VAM, está en manos de David Molina y Blanca Castro como lugar idóneo para desayunos.
Naveros
Mientras estuvo vinculado al exfutbolista, el Glow vivió años de auténtica gloria, dando cobijo entre brindis, bailes, risas y largas tertulias a ilustres vecinos como Miguel Naveros, escritor fallecido en 2017 al que se podía encontrar allí diariamente disfrutando de su ‘mini’ de café y charlando con los jóvenes del barrio, que lo querían con locura.
Fue incluso escenario de la presentación de un libro del diplomático Inocencio Arias, organizada por Librería Zebras, uno de los negocios con más solera de El Zapillo cuyas riendas tomaron en 2012 Belén e Isabel. Gracias a su iniciativa, a los cursos de pintura, de lettering, a las crocheteras y la infinidad de eventos para los más pequeños que organiza este reducto del papel, la plaza desprende luz y vida, como cuando todos quedan en ella para celebrar la Navidad o San Antonio.
Son familiares del inolvidable Naveros, que también solía visitar con frecuencia la popular peluquería Matiz, establecimiento con más de un cuarto de siglo de vida bajo la dirección de Idoia y Miguel Ángel, que reconocen que siempre han tenido "un trato estupendo con los vecinos", aunque tienen muchísima clientela que llega desde otros puntos de la capital almeriense e incluso de otros municipios de la provincia.
El sabor a la plaza lo ponen las tapas de El Cable Inglés, bar que regenta Carlos desde 2020. Un negocio superviviente a la dura pandemia ubicado en un local que anteriormente, con la misma actividad, tuvo otros nombres como San Miguel o La Jarra, pero que sigue siendo punto de encuentro para los vecinos de este residencial en el que Maica López abrió su Autoescuela Hoy... Sí, en 2018, y la joven Marta Jara, natural de este barrio, su clínica de podología en 2021, junto al local de cuidado y belleza de Alina Esthetic.
Historia
Los negocios cuya apertura ha sido más reciente, no tardaron en notar la hospitalidad de vecinos y del resto de comerciantes de este acogedor y colaborativo vecindario que está ubicado sobre lo que fue un cuartel de la Guardia Civil y los terrenos del mítico Cine San Miguel, una entrañable terraza de verano que abrió sus puertas en el ecuador del siglo XX como una atracción más del histórico balneario que había más abajo, inaugurado en 1927.
Tras más de 40 años proyectando películas este cine al aire libre cerró sus puertas a finales de los ochenta y el lugar estuvo abandonado más de un lustro hasta que se levantó en la segunda mitad de los 90 este residencial que dio un aire más moderno a un barrio en pleno crecimiento que daba la bienvenida a más vecinos y a nuevos negocios que han hecho ‘piña’ siempre para que este vecindario sea ejemplo de convivencia.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/261763/san-miguel-un-vecindario-con-solera-y-siempre-unido