La Fiscalía alerta de un nuevo aumento de los delitos sexuales

La Fiscalía General del Estado (FGE) presentó esta semana su Memoria Anual 2022, un documento de refencia para el análisis de la evolución de la criminalidad en España.

El estudio ofrece conclusiones relevantes para la provincia de Almería como el impacto de las drogas, el tráfico de seres humanos o la violencia de género, pero llama especialmente la atención sobre la necesidad de intervención en el campo de los delitos sexuales.

Las violaciones, los abusos, el exhibicionismo, el acoso o la explotación sexual no dejan de crecer en la provincia en los últimos años. Los delitos contra la libertad sexual aumentaron un 3,6 por ciento en el año 2022 en Almería y mantienen una tendencia alcista en la última década.

La Fiscalía asegura que existe un impacto positivo de las campañas de sensibilización. “Ha tenido sin duda influencia en el número de hechos denunciados la repercusión mediática y social que han tenido determinados casos que han fortalecido a las víctimas, animándolas a denunciar”.

Sin embargo, sigue habiendo espacios opacos, como en el ámbito familiar y los menores. “Siguen quedando espacios en los que se cometen delitos que atentan contra la libertad sexual de menores de edad, de forma más o menos continuada, aprovechando el escaso desarrollo de las víctimas y el silencio que generalmente suelen guardar”, señala la Fiscalía General del Estado.

“También es un espacio para las conductas que afectan a los menores de dieciséis años el ámbito familiar o las relaciones con personas conocidas”, añade el informe.

El año pasado se anotaron en la provincia de Almería 256 delitos contra la libertad sexual, 94 calificadas como agresiones sexuales. La distinción entre agresiones y abusos desapareció a final de año con la entrada en vigor de la llamada ‘Ley del sólo sí es sí’, que unía ambos aspectos. Esto es, la ausencia de consentimiento marca el límite del delito y, por tanto, se considera una agresión sexual cualquier conducta, aunque no haya violencia física o intimidación. 

Menores

Con todo, el informe de la FGE revela que abusos y agresiones por separada constituyen igualmente un bloque preocupante de delitos. Almería experimenta este fenómeno de manera significativa.

En 54 casos las víctimas de estos comportamientos criminales fueron menores de edad. “Si bien es cierto que una parte relevante de los supuestos sucede en el ámbito cercano a la víctima (sobre todo, familiar o educativo), lo cierto es que también han aumentado de manera notable las agresiones que se producen en el entorno lúdico, siendo habitual la utilización o el aprovechamiento por el agresor de la situación de intoxicación de la víctima con alcohol u otro tipo de sustancias”.

La Fiscalía coincide en este territorio con los análisis presentados por el Ministerio del Interior, que ya anunciaba aumentos en los casos de delitos contra la libertad sexual en Almería.

Entre las víctimas menores, el contexto es especialmente dañinos. Los niños se enfrenta a una multiplicidad de amenazas que no solo llegan de sus entornos, con frecuencia, sino también de redes sociales. “Entre los delitos sobre menores, la mayor criminalidad sentenciada se da en los abusos con una clara mayoría, seguidos del exhibicionismo y la pornografía con cifras similares”.

Los menores son potenciales víctimas de grabacioes clandestinas, extorsión, acoso y otro tipo de abusos perpetrados a través de las nuevas tecnologías. Además, la FGE apunta la dificultad de articular las acusaciones. “Estos delitos entrañan una general dificultad probatoria, aun cuando la persona autora de los hechos está identificada, ya que en muchos casos únicamente se cuenta con el testimonio de la víctima sin ninguna otra prueba suficiente para enervar la presunción de inocencia”.