La Fiscalía alerta sobre bandas cada vez más violentas y armadas

La Guardia Civil cerró el año pasado una importante investigación contra el narcotráfico a gran escala conocida como Operación Palma. Su valor se mide en la sucesión de alijos frustrados por el EDOA y, más aún, por la desarticulación de un grupo especialmente violente, armado con explosivos, fusiles y subfusiles.

El caso ejemplifica la vuelta de tuerca de las bandas criminales asentadas en la provincia de Almería. No solo se trata de mover importantes cantidades de droga, sino de proteger los alijos a toda costa con todos los medios al alcance.

La Fiscalía Superior de Andalucía (FSA) ha reflejado esta situación en su última memoria anual, ampliación detallada del informe de la Fiscalía General del Estado. La FSA alerta del aumento de la violencia, con menciones expresas a la conflictividad en Almería.

“La tenencia ilícita de armas en los lugares de custodia de la droga es muy preocupante, pero durante 2022 se ha podido comprobar el crecimiento de la potencia de las armas, habiéndose intervenido en distintos lugares del territorio fusiles de asalto AK-47 (...) EL Palmar (Cádiz), en Almería y en Sanlúcar de Barrameda”, añade el informe de la FSA.

“Lo más preocupante es que habitualmente se custodian por personas armadas por las bandas organizadas que son los titulares de las plantaciones, si bien este año ha descendido el número de estos delitos”, hace referencia el fiscal jefe provincial, José María López Cervilla.

La profesionalización de las bandas es evidente y pone serias dificultades para las fuerzas de seguridad.  “Merece también la pena destacar las dificultades para llevar a cabo las investigaciones contra estas organizaciones por la sofisticación de sus medios para evitar la detección de sus actividades por las fuerzas y cuerpos de seguridad. Se han intervenido dispositivos inhibidores, localizadores de balizas, visores nocturnos y la utilización de sistemas encriptados de comunicación”.

Para paliar estas dificultades, la FSA propone “dotar a las fuerzas y cuerpos de seguridad de más medios que permitan la obtención de datos de los dispositivos usados para la comunicación de los miembros de las organizaciones”.

Además, la Fiscalía alude a la necesidad de establecer una sección especializada para abordar estos asuntos. Se trata esencialmente de establecer equipos únicamente dedicados para trabajar en los procesos de narcotráfico y sus delitos vinculados, siempre complejos (violencia, secuestros, armas y blanqueo).

“El fiscal jefe, como ocurre en Almería, nos reitera la vinculación de algunos de estos crímenes con la delincuencia organizada”, detalla la FSA. “Los fiscales delegados advierten todos ellos, sin excepción, de la falta de medios para poder asumir con el obligado sosiego que merecen, las causas, muchas veces macro causas, llevadas en las Secciones Antidroga. En Almeria y Granada no se ha conseguido siquiera crear una sección especializada”.

Menos droga

Todo esto a pesar de la reducción de las cantidades de drogas decomisadas el año pasado en la provincia. La marihuana pasó de 567 a 170 toneladas de plantas de cannabis en 2022. La caída se debe a la desaparición de las plantaciones de cannabis y el desplazamiento de las organizaciones a Cataluña y Aragón, con mejores salidas al mercado europeo.

También sucedió con el hachís. En la comparación entre los ejercicios 2021 y 2022, Almería pasó de 40.000 kilos a 7.000, lo que supone una espectacular caída del mercado. En los últimos meses se ha detectado también la reutilización de las narcolanchas al tráfico de seres humanos.