Según define la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía o para entendernos: Ley del Suelo de Andalucía y para referirla: L.I.S.T.A. y desarrolla su reglamento, los Estudios de Detalle son instrumentos de Planeamiento Complementario cuyo objetivo es definir de forma concreta los volúmenes edificables de acuerdo con las especificaciones del planeamiento, así como el señalamiento de alineaciones y rasantes. Permite, por tanto, ordenar urbanísticamente, mejorándolo, el entorno urbano en el que se formulan.
Sin duda su desarrollo debe ser previo al de la edificación y no, como parece suceder en el caso que nos ocupa, que pretende justificar, para “legalizarlo”, el proyecto de edificación que ya hay redactado para el nuevo edificio sustituto del existente.
La intervención urbanística debe ser previa a la edilicia, debe antes ordenar el entorno de la forma más beneficiosa para la ciudad y, por tanto, determinar los parámetros que han de definir el nuevo edificio, así como el nuevo viario, para proponer una nueva imagen de la zona, que mejore el entorno urbano al menos en los siguientes aspectos:
- Continuidad de la alineación de la calle Dr. Gómez Ulla hasta su encuentro con la calle Padre Luque, eliminando así la discontinuidad actual que produce un insalubre e inseguro rincón, mejorando a su vez la percepción de esa fachada de la plaza también denominada del Educador. De esta forma se amplía su superficie y ámbito, dotándola de mayor entidad, y facilitando en gran medida la deseable ordenación definitiva de la misma, tanto en sus alineaciones como en sus rasantes.
- La propuesta del E.D. solo modifica la alineación en la planta baja del edificio, con lo que se crea una “zona porticada” no permitida por las normas urbanísticas e impropia para el área urbana (Centro Histórico) en la que se ubica. A su vez se provocan usos indebidos e indeseables, suciedad e inseguridad ciudadana, aspectos que padecemos los vecinos del entorno desde hace mucho tiempo, y que en nada benefician la deseable y perseguida de siempre “renovación del casco histórico”.
- La nueva alineación que proponemos para el próximo edificio mejora ostensiblemente la relación de continuidad con la calle Padre Luque que es una de las vías principales de relación con el resto del Centro Histórico cuya recuperación siempre ha presidido los planteamientos de cuantos documentos de ordenación se han sucedido en el desarrollo urbanístico de Almería.
- La alineación propuesta por el E.D. para la planta baja de la calle Padre Luque produce un gran cuerpo volado cerrado y continuo a lo largo de toda la fachada, claramente contrario a las normas urbanísticas del P.G.O.U., supone un flagrante incumplimiento, por lo que debe ser eliminado.
- La preocupación por la materialización de la “edificabilidad permitida por el plan”, prevista en el P.G.O.U., no debe ser objetivo prioritario para, como consecuencia, perjudicar la solución urbanística. Entre las tres administraciones públicas concurrentes: Correos, Ayuntamiento de Almería y Consejería de Agricultura de la J.A. (todas entidades públicas) debe primar la mejora de la imagen urbana de la ciudad por encima de lo espurios intereses económicos, basados en el máximo aprovechamiento posible; sin embargo estos quedarían salvaguardados sin más que eliminar el absurdo retranqueo propuesto a lo largo de toda la fachada de Padre Luque, en la planta baja y, como prevé el P.G.O.U., materializar el resto en planta ático retranqueada o, incluso, proponiendo un planta más.
Dicho retranqueo, que modifica injustificadamente la alineación consolidada, parece no tener mejor objetivo que facilitar el acceso rodado (privado) al sótano previsto para el nuevo edificio. Queda suficientemente claro lo inapropiado de tal pretensión.
6º/ Las “normas de estética” previstas en el P.G.O.U. para la zona de “Centro Histórico” impiden claramente el tratamiento de parasoles volados y continuos previstos en el E.D.
No pretendemos ningún “anclaje” historicista para resolver estéticamente la imagen del nuevo edificio, y si abogamos por que responda a postulados estéticos actuales, por la modernidad sin concesiones a débiles mimetismos costumbristas con referencias en los invernaderos tan habituales en nuestra provincia.
Suficientes referencias formales e historicistas hemos soportado durante décadas con el edificio precedente, para confiarnos de nuevo a una estética de tan efímera vigencia como suponemos propone el proyecto, a todas luces ya redactado.
Lo más probable es que interpretando adecuadamente las normas estéticas del P.G.O.U. consigamos un edificio cuya vigencia en el tiempo defina satisfactoriamente la imagen de ese importante entorno urbano del centro de Almería.
Inquietud ciudadana
¿Tendremos que soportar de nuevo los almerienses las consecuencias de los hechos consumados y perder, por tanto, la ocasión de mejorar nuestro sensible medio urbano con la intervención prevista en el edificio de Correos, consumando así otra oportunidad perdida?
Parece que sí, que cuando concurrían casi todas las circunstancias favorables para el buen fin, este está próximo a abortarse gracias a la única circunstancia desfavorable que no concurre y que no es otra que la cicatería y la corta visión de la ADMINISTRACIÓN, así con mayúsculas por ser tres las administraciones implicadas que coinciden en consolidar el error.
Nos estamos refiriendo a la, sin duda polémica, intervención en el antiguo edificio de Correos, que se encuentra cercano a su sustitución integral, y que, centrándonos exclusivamente en los aspectos urbanísticos que se suscitan, nos lleva a las siguientes reflexiones:
En primer lugar, los promotores de tal iniciativa son “servidores públicos”. Es decir, CORREOS vende a AYUNTAMIENTO DE ALMERÍA, que, a su vez, cede a CONSEJERÍA DE AGRICULTURA (Junta de Andalucía) que será la promotora del nuevo edificio de servicios, evidentemente públicos.
Consideramos exigible, dada la entidad del promotor y el protagonismo del Ayuntamiento, así como la circunstancia de estar ambos administrados por el mismo partido político, que la intervención aporte las mejores soluciones urbanísticas posibles para la ciudad y sus ciudadanos. Más aún cuando estamos actuando en un entorno tan sensible históricamente y tan tenso urbanísticamente.
La zona que nos preocupa, siendo uno de los principales accesos del casco histórico, se encuentra altamente degradada, en gran medida por el abandono de lo que fue el edificio de Correos, pero también por la nefasta ordenación de la Plaza del Educador, que parece querer negar la relación Paseo-Casco Histórico, presentando sus espaldas a este último en un incomprensible gesto urbano acuñado con motivo de la torpe reestructuración del Paseo de finales de la década de los 90.
Si queremos posibilitar la recuperación de nuestro rico Casco Histórico debemos empezar por una reordenación de la Plaza del Educador que potencie la relación entre este y el Paseo, es decir entre la Almería histórica y la Almería del ensanche.
Resulta difícil de entender que se dote al nuevo edificio del uso “laboratorios de investigación e invernadero”. Suponemos que su entidad será de escasa relevancia en relación con el resto del edificio, pero nos preocupa que se implante un uso tan inadecuado por sus efectos contaminantes (sanitarios, ruidos, limpieza, etc.) en tan delicado ambiente urbano, rodeado de viviendas a escasos metros de distancia.
Nos consta que el Ayuntamiento proponía para el nuevo e inconcluso P.G.O.U. una sutil e inteligente realineación del solar de Correos, consistente en tomar para la alineación de fachada del nuevo edificio la continuación de la línea de la calle Dr. Gómez Ulla, eliminando así el infecto rincón existente en la actualidad entre esta alineación y la fachada norte del edificio. Nos tememos que esa noble intención haya decaído en beneficio de una mayor edificabilidad, por cierto, de escasa relevancia en comparación con el enorme beneficio urbano que deviene de la ampliación de la plaza, mejorando la relación con la calle Padre Luque y eliminando rincones que nada favorecen la trama urbana.
Qué duda cabe que con los aspectos que defendemos se mejora la imagen urbana tan largamente deteriorada, se recupera la relación con el Casco Histórico y se mejora ese ámbito urbano creando una nueva plaza integrada en el Paseo, de identidad reconocible y dimensiones adecuadas para dejar de ser un mal encuentro residual de alineaciones.
Puestos a reivindicar y dado el carácter público de los espacios que nos ocupan ¿porque no pensar en un gran aparcamiento subterráneo que mejore la accesibilidad al centro?
Se debería aprovechar la oportunidad para unificar el subsuelo de los espacios públicos que concurren en la zona y dotar a este centro neurálgico de Almería de un gran aparcamiento, disuasorio para posibilitar la peatonalización interior del casco histórico, y atractivo para la visita tanto al nuevo edificio como al área central de la ciudad.
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