Internet sacude: Almería pierde más de mil tiendas en poco más de una década

Acosado por enemigos varios, el comercio minorista almeriense pierde fuelle, lleva años perdiendo fuelle. En los últimos 14 años, este sector económico patroneado principalmente por autónomos, ha cerrado 1.248 tiendas en la provincia, el 12% de total, un porcentaje sustancial aunque menos importante que en el resto de provincias andaluz, exceptuando  Granada (9% menos).

Si en 2008, el número de establecimientos comerciales minoristas en la provincia de Almería era de 10.163, al cierre de 2022 se rebajó a 8.915, según los datos del Directorio de Empresas y Establecimientos con Actividad Económica.

Variadas pueden ser las razones por las que Almería cada vez tiene menos tiendas minoristas y de barrio. Una de ellas puede estar en el auge de los centros comerciales y las grandes superficies que han medrado en los últimos años en la provincia, principalmente en la capital y en sus áreas metropolitanas, como el Centro Comercial Torrecárdenas o Cemar, en Huércal de Almería. Pero también tiene mucho que ver en esta claudicación del comercio minorista el crecimiento exponencial de las ventas por Internet que han provocado también cierto abandono por parte de los consumidores de las tiendas de toda la vida. Estos datos se han extraído de Comercio Andalucía, la patronal de los comerciantes andaluces, que ha presentado este estudio sobre la evolución del comercio minorista en Andalucía entre 2008 y 2022, que recoge las pautas de consumo y la situación actual del sector tras dos crisis económicas y una pandemia.

El estudio pretende examinar la evolución del comercio minorista en Andalucía en el periodo señalado, analizando los principales factores que han influido en su desarrollo, las tendencias emergentes que han surgido y el impacto de estas transformaciones en los distintos aspectos del tejido comercial de la región.

De este modo, según Comercio Andalucía, se ha abordado desde la aparición del comercio electrónico hasta la revitalización de los centros urbanos, pasando por la evolución de los hábitos de consumo y la influencia transversal de las políticas públicas, explorando los diversos aspectos que han configurado el panorama minorista andaluz en las últimas décadas.