Pierde un ojo tras ser agredido por otro alumno del ‘Celia Viñas’

El Juzgado de Menores Nº1 de Almería notificaba a los dos menores involucrados en la agresión que se llevó a cabo el pasado 11 de marzo en el IES Celia Viñas, que se saldó con la grave lesión ocular de uno de ellos, la orden de alejamiento contra el presunto agresor que el juzgado ha adoptado a instancia de ambas partes. 

El Tribunal ha considerado proteger a la víctima del suceso con una medida que impida al otro menor acercarse a menos de 200 metros hasta que finalice la fase inicial de investigación llevada a cabo por la Fiscalía de Menores de Almería y la posterior celebración del juicio. 

De acuerdo con los hechos, la agresión habría tenido lugar el pasado mes de marzo en el centro educativo donde estudian ambos jóvenes. Después de sufrir un episodio de insultos previo, el agredido se encaró con el presunto agresor para poner fin a la situación. Según la declaración del menor, este habría agarrado por el pecho a su compañero de aula, y mientras este intentaba zafarse de la sumisión, se habría dado un golpe con la cabeza del primero. Por otro lado, testigos cuentan que habría sido la víctima la que habría propinado un cabezazo al otro joven, y después de ese episodio se produjo la agresión que afectó al ojo del demandante. Con ánimo de conocer la versión del otro chico, LA VOZ contactó con su abogada, la que prefirió no dar información de su cliente.

Momentos después los padres de la víctima recogieron a su hijo del colegio, avisados por la dirección debido a que el menor quedó medio inconsciente, tras golpearse la cabeza al caer al suelo. El chico fue trasladado al Centro de Alta Resolución  Nicolás Salmerón de Almería, donde tras ser atendido regresó a casa. Sin embargo, la lesión empeoró al día siguiente, por lo que fue trasladado al Hospital Torrecárdenas, donde se le dio el alta poco después. Al cabo de unos días se vio en la obligación de volver al centro hospitalario donde fue intervenido quirúrgicamente. 

Según el abogado del joven agredido, el menor a día de hoy ha perdido la total visión del ojo dañado. El último parte médico señala que en el mejor de los casos, podría recuperar la vista entre el 20 y el 40%. 

A consecuencia de la lesión el adolescente de 16 años se encuentra inmerso en una profunda depresión que requiere terapia con un facultativo, tal y como indica su representante legal. Este estado piscológico impide al joven volver a incorporarse a la actividad académica, ya que no quiere volver al instituto por el momento. En su declaración, el menor ha afirmado tener miedo de volver al centro “por la agresión y por la reacción del colegio” y según comenta su abogado a LA VOZ, “el joven creía que iba a tener más apoyo por parte de la comunidad educativa”.

A tenor de los hechos, el centro ha tomado las medidas disciplinarias oportunas, por las cuales el supuesto agresor fue expulsado del IES Celia Viñas durante al menos un mes. Asimismo, según fuentes cercanas a la fiscalía la víctima habría solicitado el cambio de colegio, sin embargo, esto puede haber sido considerado como un malentendido, ya que de acuerdo con el letrado de la víctima, el joven simplemente no desea volver al centro por el momento, no se encuentra en disposición de estudiar a consecuencia de los daños físicos y psicológicos que presenta.

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