La manzana entre la calle Santos Zárate y la calle Alcalde Muñoz, junto al cauce de la Rambla, se fue convirtiendo en un pequeño refugio sanitario en los años de la posguerra cuando las obras de un sanatorio y de una clínica de maternidad se dieron la mano dándole un gran empuje urbanístico y social a toda la zona.
En octubre de 1947 se iniciaron las obras del ‘18 de Julio’ en unos años en los que la ciudad estaba en creciente progreso tratando de conquistar definitivamente el otro andén de la Rambla. Los trabajos se alargaron durante más de dos años, aunque la estructura del edificio ya estaba totalmente terminada para el verano de 1949. Fue entonces cuando el director médico de la Obra Sindical, don Ángel Maresca Gómez, dirigió un escrito al Ayuntamiento exponiendo que “hallándose próxima la terminación en instalación de la clínica-sanatorio, se está en el caso de atender a la urbanización de la plaza situada en la fachada principal del edificio.
Me permito la sugerencia de que se incluya un pequeño Jardín”, pedía el médico en su carta. En septiembre de ese mismo año la comisión de Fomento aprobó la urbanización de la plaza y la construcción de un jardín, viendo el mal estado en que se encontraba aquel anchurón yermo que se extendía delante de la clínica recién construida.
Por fin, a finales de 1949 el ‘18 de Julio’ era una realidad. Empezó con cerca de cinco mil beneficiarios, adscritos al seguro obligatorio: mil ochocientos afiliados pertenecían a Renfe, trescientos al puerto y más de mil al entonces llamado sector libre.
Pegado al 18 de Julio, formando parte de un mismo contexto nació lo que los almerienses bautizamos como la Maternidad. La historia de este edificio se remonta a los últimos años de la República, cuando en enero de 1935 la Asociación de Asistencia Social adquirió un solar en la conocida como Huerta del Tono, entre lo que entonces era la calle de Paco Aquino (hoy Santos Zárate) y la calle de Joaquín Peralta, lindando con el cauce de la Rambla. La intención era la de construir un moderno edificio que albergara las oficinas de dicha asociación y dos clínicas, una de Oftalmología y otra de Maternología, que tanta falta hacían para la población más necesitada.
El carácter benéfico de la asociación permitió que el solar se pagara a nueve pesetas el metro cuadrado, un precio asequible, teniendo en cuenta que la cotización de solares en esa zona alcanzaba ya las treinta pesetas el metro. El 25 de septiembre de 1935 se celebró la subasta del proyecto, que fue redactado por el arquitecto municipal don Guillermo Langle Rubio.
Los trabajos comenzaron, pero el estallido de la Guerra Civil dejó el edificio inacabado. En 1940, unos meses después del comienzo de la dictadura, el edificio pasó a manos del Ayuntamiento, que puso entre la mesa dos iniciativas: instalar allí el parque municipal de infecciosos o utilizarlo como Casa de Socorro y farmacia municipal. Finalmente se optó por coger otro camino y antes de que terminara el año el edificio fue cedido a la asociación de Auxilio Social para que instalará en sus dependencias los servicios de la Casa de Maternidad, atendiendo así a la sugerencia del entonces alcalde, Vicente Navarro Gay. Esta decisión tardó casi tres años en plasmarse oficialmente y hubo que esperar hasta febrero de 1943 para que la Gestora municipal certificara por fin sobre un documento el acuerdo de cesión.
De nuevo se encargó a Guillermo Langle la habilitación del edificio. El proyecto contemplaba una gran obra con dos plantas y sótano, destinadas a consultorio prenatal y a Maternología. El 25 de junio de 1958 la deseada Casa de Maternidad fue inaugurada con una capacidad de cincuenta plazas. El edificio fue bendecido por el obispo Alfonso Ródenas, que tuvo como testigos al Gobernador civil, Ramón Castilla y al alcalde de la ciudad, Antonio Cuesta Moyano.
Octubre de 1948. Casa de Maternidad en obras. Un año antes se habían iniciado los trabajos para levantar la clínica del 18 de Julio, justo al lado.
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