Emotivo reencuentro, 50 años después, de estudiantes de la Escuela de Maestría

Decía Charles Dickens que el dolor de separarse no es nada comparado a la alegría de reencontrarse. Esa felicidad la han vivido recientemente alumnos y alumnas de la promoción 1968-1969 de la Escuela de Maestría de Almería, que volvieron a verse más de medio siglo después de ser compañeros en las aulas de aquel centro de formación profesional en el que desde 1993 se ubica el Instituto de Enseñanza Secundaria Los Ángeles.  

Cuando estos estudiantes aprendían diferentes oficios con 14 años de edad en el edificio diseñado por Antonio Góngora en 1944, en el que se proyectó la fábrica de perfumes Nike antes de abrir sus puertas en los 60 la Escuela de Maestría, compartieron conocimientos y anécdotas diarias. La separación de sus caminos, como es ley de vida, fue convirtiendo esos vínculos en bonitos recuerdos que el pasado viernes, 24 de mayo, volvieron a aflorar.  

Pepe Saiz, uno de esos jóvenes de la promoción 68-69, fue el promotor de esta emotiva e inolvidable reunión. 50 años más tarde, logró reunir a sus numerosos compañeros y compañeras en el Restaurante Catamarán. Esos chavales que buscaban un porvenir en los sesenta y evitar emigrar de su tierra para ganarse la vida, son ahora personas de 70 años. Pero en este bonito reencuentro volvieron a su juventud, a recordar los momentos vividos en aquel centro de calle Granada donde llegaron a estudiar más de un millar de almerienses.  

"Hace dos años lo hablé con otra de las compañeras, Carmen Berenguel, de que nos gustaría quedar con toda la promoción de los que nacimos en 1954. Ahí surgió la idea y desde el pasado mes de abril empecé a darle forma. Poco a poco fuimos consiguiendo los teléfonos y tenemos un grupo de más de cincuenta personas ahora mismo de los 93 que coincidimos en la Escuela de Maestría. A este reencuentro acudieron 25 finalmente, porque algunos compañeros y compañeras viven fuera de Almería", explica Saiz, que recuerda que en 1990 ya se hizo una quedada en Roquetas de Mar, "pero fue menos gente".

Sus compañeros Yebra, Marín, Cortés, Román, Guirado, Ventura, Roig, Baldó, De la Casa, Pertusa, López, Amate, Fernández, Teruel, Álvarez y Sánchez no faltaron a esta última cita. Tampoco las compañeras Guerrero, Berenguel, Ramírez, Rodríguez, Padilla, Lázaro, Liria y Sánchez. Y es que cabe recordar que la Escuela de Maestría empezó a recibir a sus primeras mujeres en el año 1963.

"La gente estaba muy contenta, la mayoría no nos veíamos desde hacía 56 años. Había pasado tanto tiempo que si nos cruzábamos por la calle ni nos reconocíamos, a pesar de que en aquellos años teníamos un vínculo muy importante. En su día nos valorábamos mucho", asegura. El ambiente en esta reunión fue "formidable" y todos los asistentes coincidieron en que "hay que repetirlo pronto". 

En la Escuela de Maestría había especialidades como automoción, química o electrónica, "se hacían tres cursos de oficialía y posteriormente dos de maestría, tanto en turnos diurnos como nocturnos. Luego existía la posibilidad de tener un enlace directo para ir a la universidad", camino que tomaron algunos de estos alumnos que actualmente viven fuera de la provincia, en lugares como Málaga, Murcia o Calatayud.

Pero no solamente hubo ausencia de las personas que viven en otros lugares del país, también de la decena de compañeros y compañeras de aquella promoción que, desgraciadamente, ya han fallecido. Por todos ellos se guardó un respetuoso minuto de silencio en un reencuentro "entrañable", en el que las lágrimas pasearon por muchas mejillas.

Ante la demanda de volver a reunirse, Saiz ya valora la Navidad como época para quedar de nuevo y fortalecer esos lazos que unieron a todos hace más de medio siglo cuando eran unos críos tratando de labrarse un buen futuro. "Hoy es un día especial donde posiblemente afloren sentimientos de gratitud, cariño, recuerdos y emociones por tan extenso tiempo sin tener contacto entre alumnos que como una gran familia hoy nos reunimos y celebramos", dijo el organizador de este reencuentro en su discurso de bienvenida.