El Colegio Oficial de Enfermería de Almería ha trasladado que un total de 95 enfermeras se dieron de baja durante lo que llevamos de 2024 de las cuales, 65 son bajas por traslado; 4 por no ejercer; y 26 por jubilación. Además, de la Universidad de Almería saldrán 121 egresados en la próxima promoción, casi se ajusta la cifra al número de enfermeras que se han dado de baja en la provincia de Almería hasta el 25 de mayo de 2024.
“Las cifras son preocupantes, sin duda. Sobre todo, porque el motivo principal es la búsqueda de estabilidad. Tanto en el ámbito laboral, para poder desarrollarte como profesional de la Enfermería y dar una atención de calidad al paciente, como en el personal, para poder planificar tu vida”, explica la presidenta del Colegio Oficial de Enfermería de Almería, María del Mar García.
La tercera por la cola. Este es el puesto que ocupa Andalucía en la ratio enfermera ejerciente por cada mil habitantes, con un 5,47, siendo la media nacional 6,31 y la europea 8,73. En total, en el periodo comprendido entre enero y mayo de 2024, hasta 588 enfermeras y enfermeros de todas las provincias andaluzas se han dado de baja por traslado, ya que la temporalidad, con contratos de unos pocos meses, semanas e incluso días, las pésimas condiciones laborales y la ausencia de bolsas de trabajo específicas para las especialidades, siguen lastrando el desarrollo profesional y personal de los profesionales y, por tanto, “forzando el éxodo en busca de contratos de larga duración y mejor retribuidos, situación que sigue deteriorando además la salud de toda la población”, han advertido desde el órgano colegial Andaluz.
Si los pronósticos se cumplen, 2024 será un año trágico para la Enfermería andaluza, puesto que se llegará a superar la cifra de bajas del 2023. Según los datos registrados por los ocho Colegios oficiales, durante el pasado año, hasta 1.151 profesionales se vieron forzados a darse de baja en sus provincias.
“Además, analizando la cifra de egresados durante enero y mayo de 2024 en Andalucía, 1.524, observamos una movilidad preocupante, puesto que, si sigue la tendencia, al finalizar este año, habrán salido de Andalucía el mismo número de profesionales que han decidido formarse y finalizar su etapa educativa en nuestra comunidad”, ha explicado la presidenta del Consejo Andaluz de Enfermería, María del Mar García Martín
Ausencia de bolsas específicas para especialistas
Del mismo modo, otro de los retos a los que se enfrenta la profesión en Andalucía, contempla la inexistencia de bolsas de trabajo específicas para algunas especialidades, así como convocatorias de plazas en OPE, “además de no disponer de una retribución acorde con la formación adicional que tiene la enfermera especialista”.
Andalucía, según han explicado desde el órgano colegial, contempla una categoría genérica de Enfermera especialista y no hay bolsas específicas, “por lo que el conocimiento adquirido durante la especialización, y la inversión realizada desde el sistema de salud, no revierte en que las enfermeras y enfermeros especialistas puedan resolver dicho conocimiento y competencias en forma de cuidado diferencial y experto”.
Dejar la profesión, una de las opciones más contempladas
La sobrecarga, el estrés y las malas condiciones laborales también se han visto reflejadas en el informe “Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera”, una macroencuesta realizada por el CGE a 19.300 profesionales en enero de 2022. Así, casi un tercio de las enfermeras y enfermeros (33%) reconocía haber sufrido depresión, hasta 6 de cada 10 confirmaban padecer insomnio (58,6%) y hasta un 67,5% reconocía haber sufrido episodios muy graves de ansiedad.
Con esta realidad, hasta un 46,5% de los profesionales se han planteado dejar la profesión y hasta un 28,4% reconocían “no volver a estudiar la carrera si pudieran dar marcha atrás”. Del mismo modo, el 62.8% de los profesionales que reúnen los requisitos para obtener la jubilación en cualquiera de sus fórmulas, se ha planteado solicitarla.
“Nos encontramos ante un escenario desolador, puesto que tirar la toalla es una de las decisiones que más barajan los enfermeros y enfermeras”. El agotamiento emocional y la falta de reconocimiento profesional, entre otros aspectos, “ha generado que enfermeras y enfermeros con extensas trayectorias profesionales y recién egresados, que vaticinan y empiezan a vivir una realidad laboral llena de obstáculos, se arrepienta de haber elegido la profesión”, han explicado desde el Consejo.
Conseguir ratio enfermera-paciente de calidad
“Nuestro sistema sanitario exige el incremento de recursos humanos, por lo que, para poder garantizar, proteger y ampliar una cobertura sanitaria asistencial de calidad, que merece toda la población andaluza, las enfermeras y enfermeros tienen que poder ejercer en Andalucía”. “No podemos tolerar que el talento de nuestra profesión, de nuestra ciencia sanitaria, siga marchándose por una realidad laboral pésima aplastante, necesitamos que la ratio enfermera-paciente sea de calidad, y para ello, debemos invertir en Enfermería, que es invertir en salud y calidad de vida para todos”, han zanjado
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