Veterinarios: los guardianes silenciosos de la Salud Pública

Quienes tengan la suerte de ser dueños de un animal de compañía sabrán de sobra que el veterinario se convierte en una figura esencial en cuanto su querida mascota pasa a formar parte de la familia. Es por ese amor que le profesan los dueños a sus compañeros peludos que la figura del veterinario clínico, o de pequeños animales, se ve reconocida y valorada en el seno de gran parte de la sociedad. 

Sin embargo, los veterinarios no solo cuidan de nuestras mascotas, sino que de ellos depende también la salud pública prácticamente en su totalidad. “Todo lo que comemos de origen animal previamente ha tenido que superar más de un control veterinario”, explica Yasmina Domínguez, la presidenta del Colegio Oficial de Veterinarios de Almería. 

Invisibles

Cada día los veterinarios de abasto, o de grandes animales, se recorren las explotaciones ganaderas tomando muestras de sangre, asistiendo partos, desparasitando o tratando a los animales con el fin de detectar si existe la mínima probabilidad de que un individuo haya contraído una enfermedad, y en ese caso, evitar su propagación al resto de la explotación, y por supuesto, evitar que llegue a ser transmitida al ser humano. “Los veterinarios que llevan ganadería hacen un esfuerzo enorme. No solo hacen de muro entre las infecciones animales y las personas, sino que también tratan estar cerca del ganadero porque son conscientes de que las explotaciones son el sustento de familias enteras”, observa Yasmina Domínguez. 

Un tercio de veterinarios en activo ejercen estas labores desde que se cría al animal hasta que se lleva al matadero, donde las inspecciones

continuarán bajo la atenta mirada de un veterinario de salud pública. “El trabajo de prevención no se ve”, cuenta la presidenta. 

Si bien, esta prevención ya ha demostrado ser primordial para la humanidad. El ejemplo más significativo es la reciente pandemia de Covid. “En el sudeste asiático son muy típicos los mercado húmedos. Los animales que allí se venden pueden haber contraído una enfermedad procedente de la fauna silvestre y al ser nulo el control de salud animal, la transmisión de estas enfermedades a humanos es casi inevitable. De hecho, fue lo que sucedió en Wuham con el Covid”, detalla Domínguez. 

Controles

Aún así los controles no solo se realizan a lo largo de la vida del animal o cuando los lotes de carne se disponen a salir del matadero. “Los veterinarios estamos repartidos por todos los sitios. En cada centro de salud y en cada hospital hay veterinarios, ya sea para la correcta conservación de los alimentos de origen animal en las cantinas de los hospitales o para resolver cualquier intoxicación alimentaria”, explica la veterinaria. 

Alimentación

En este sentido, gran parte de la población desconoce que ante cualquier crisis alimentaria, los veterinarios tienen mucho que decir. “Se trata de reducir el error. Con cada crisis se sigue aprendiendo e investigando, introduciendo mejoras en el etiquetado, las condiciones de los animales y su alimentación. Los veterinarios somos un elemento básico en la cadena alimentaria. Gracias a nuestro trabajo, la gente puede comer cada día”, concluye Yasmina Domínguez.