El viaje a hombros por la Feria que reunió a un niño perdido con sus padres

Los policías crearon una torre humana que paseó por el recinto ferial

Los padres reconocieron al niño encaramado a los hombros del policía.
Los padres reconocieron al niño encaramado a los hombros del policía. La Voz
Víctor Navarro
22:08 • 20 ago. 2024

En medio del bullicio festivo de la feria nocturna, un incidente inesperado durante la velada del pasado lunes puso a prueba la capacidad de respuesta de la Policía Local de Almería. Un niño de tan solo dos años se extravió del cuidado de sus padres en el tumulto, generando un momento de tensión y preocupación. Lo que comenzó como una situación angustiante se transformó en una demostración de ingenio y eficacia por parte de la policía, culminando en una emotiva reunión familiar que todos los testigos recordarán como una simpática y tierna anécdota.



Mientras Almería disfrutaba de los fastos de la noche, la Policía Local recibía la entrega de un pequeño, quien se encontraba perdido en las cercanías del Centro de Coordinación del recinto ferial. Según relata Israel Ruiz, subinspector de la Policía Local de Almería y jefe del servicio de Seguridad, el menor, de procedencia extranjera, había perdido de vista a sus padres y se quedó solo y desorientado. Una mujer, acompañada de su familia, se percató de la situación del pequeño e intentó agarrarlo del brazo para llevarlo al Centro de Coordinación. Sin embargo, el niño, asustado, huyó despavorido unos metros hasta que finalmente lograron traerlo al puesto policial.



El subinspector Ruiz, con una mezcla de ternura y alegría propia de un padre, relataba a LA VOZ cómo fue el delicado proceso de acercarse al pequeño. "Imagínate, un niño pequeño de apenas dos años, con esas limitaciones lingüísticas propias de su edad, y además, el español no era su lengua materna. Al principio, todo era confusión y miedo en sus ojos. Pero poco a poco, con paciencia, gestos amables y palabras suaves, logramos romper esa barrera".



Los agentes, conscientes de que encontrar a los padres del menor entre la multitud era la prioridad del momento, decidieron actuar de inmediato. Salieron del Centro de Coordinación en busca de los padres del pequeño, adoptando una actitud similar a la que toman al patrullar por el recinto. Sin embargo, esta vez aplicaron una estrategia diferente al protocolo habitual. Los ocho agentes formaron un círculo protector alrededor del niño, escoltándolo mientras avanzaban por el bullicio.



En un momento dado, uno de los policías de gran envergadura tomó al niño en sus brazos y lo subió a sus hombros. De esta guisa, el pequeño y los guardias pasearon por el lugar, eligiendo un punto estratégico cercano a la rotonda del acceso principal al recinto. Desde esta posición, el niño sobresalía entre el bullicio y se hacía visible a la multitud. Desde el suelo, el subinspector Ruiz lo exhortaba a saludar mientras paseaba con los policías. "Lo convertimos en un juego. "El pequeño iba saludando como si fuera el rey". La idea de convertir al niño en el vigía de una simpática torre humana móvil no tardó en dar sus frutos.



La escena no pasó desapercibida para los presentes que frecuentaban la feria, quienes comentaron la particular imagen del totem policial.  "La idea era llamar la atención. Y lo conseguimos, en un abrir y cerrar de ojos teníamos a un montón de gente haciéndonos fotos", comenta el Policía Local. La calma y la profesionalidad de los agentes fueron evidentes para mantener al niño tranquilo, motivado y sobre todo pasando un buen rato sobre esa atracción de feria con uniforma de Policía Local.



Después de aproximadamente veinte minutos, la espera tuvo su recompensa. Entre la multitud emergieron los padres del pequeño, con la preocupación marcada en sus rostros. Al ver a su hijo encaramado a los hombros del policía, la emoción fue palpable. Llegaron con celeridad hasta donde se encontraban los policías y el niño, y allí lo encontraron subido a los hombros del agente, sus expresiones cambiaron del temor al más puro alivio.



Los padres agradecieron encarecidamente la labor de estos dos policías quienes recibieron algo más que gratitud. Al consumarse la reunión familiar, los testigos de aquella noche brindaron un gran aplauso a los dos agentes. Un reconocimiento no sólo al trabajo, sino al ingenio en momentos de tensión, para manejar una situación delicada con gestos de calidez.


Temas relacionados

para ti

en destaque