Dos años después, sin plan para arreglar la Escuela de Arte

La Junta de Andalucía la incluyó en el Plan de Infraestructuras de 2022 y no se ha movido nada

Vista general de la fachada de la Escuela de Arte
Vista general de la fachada de la Escuela de Arte La Voz
Lola González
19:21 • 18 sept. 2024 / actualizado a las 19:49 • 18 sept. 2024

En enero de 2022, después de años de reclamaciones, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Desarrollo Educativo, anunciaba a bombo platillo que, por fin, se habían acordado de uno de los edificios educativos con mayor valor patrimonial que tiene la ciudad: la Escuela de Arte ‘Carlos Pérez Siquier’. Fue entonces cuando la Dirección General de Planificación y Centros incluía dentro del Plan de Infraestructuras Educativas una partida de 1.350.000 euros para poner a punto un edificio en el que convive la historia del Convento de Santo Domingo, el Colegio de Humanidades o el Instituto de Enseñanza Secundaria de la ciudad.



Se hablaba entonces de una rehabilitación integral del centro educativo aunque quedaban por cerrar exactamente las actuaciones. Y es que, al tratarse de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) la meticulosidad para decidir la intervención a desarrollar era fundamental.



Cierto es que desde entonces han pasado más de dos años y en este tiempo nada se ha movido. Preguntada la Delegación Territorial de Educación en Almería sobre los planes para rehabilitar el inmueble, responden que se incluyó dentro de ese plan de infraestructuras pero “no hay previsión aún” para actuar sobre el edificio.



Hay que tener en cuenta que la última actuación que se realizó en este inmueble data del año 2009. En este caso se invirtieron 20.000 euros y consistió en pintar las fachadas para hacer desaparecer las pintadas que sufría.



Deterioro
Mientras la Junta de Andalucía aún no tiene un plan para la rehabilitación de la Escuela de Arte, el edificio histórico continúa su deterioro a la vista de todos los almerienses. Es más, para todo aquel que se fije al pasar por la Plaza Pablo Cazard comprobará algunas grietas en la zona de los ventanales y lo que es más preocupante, en las piedras que conforman la esquina entre esta plaza y la calle General Tamayo, se puede casi meter la mano en el hueco entre ellas, algo preocupante por los problemas estructurales que podrían estar detrás de esta situación.



A esto se le suma el deterioro que de forma normal se produce en un edificio por el que pasan centenares de jóvenes a diario y más si se tiene en cuenta que son más de 200 años los que han pasado desde que se levantó tal y como es hoy.



La llegada a la Consejería de Educación de la almeriense Carmen Castillo, que era viceconsejera cuando se incluyó dentro de este Plan de Infraestructuras la rehablitación del edificio, podría traer el arreglo que tanto necesita este inmueble que desde hace décadas es el epicentro, no solo de los profesionales del sector del arte en toda la extensión  de la palabra en Almería,  sino que es epicentro cultural de la ciudad. En esta Escuela de Arte ‘Carlos Pérez Siquier’ se realizan exposiciones, charlas, jornadas, talleres, e incluso es espacio de rodaje y turismo de cine, lo que obliga, más allá de lo que marca la ley para el cuidado de un Bien de Interés Cultural, a tener en perfecto estado el inmueble.



Habrá que esperar por si saltara la sorpresa en el próximo presupuesto de la Junta de Andalucía.

Sin accesibilidad pero con escudo

A la espera de que se realice esta rehabilitación integral se encuentra también el escudo preconstitucional que se encuentra situado sobre la puerta principal del centro educativo y que incumple la Ley de Memoria Democrática.


Cabe recordar que su eliminación, que contaba con un proyecto propio y cuyas obras estaban adjudicadas 2019, se paralizaron por la administración autonómica para que su retirada se incluyera dentro de la intervención integral.


Como esta actuación no se ha realizado, allí sigue el escudo presidiendo la entrada y salida del alumnado.


A esto se le suma la necesidad de que el edificio se convierta en un espacio educativo que cuente con la accesibilidad necesaria para que todo el alumnado con movilidad reducida cuente con las mismas oportunidades.



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