La expresión “un elefante en la habitación” muestra una verdad incómoda de la que nadie quiere hablar pero que existe, la propia presencia de una situación tan grande y obvia se vuelve incómoda para todos los involucrados, quienes, a pesar de ello, continúan evitando atender o hablar del problema. Pues bien, las calles de Almería tienen desde hace unas semanas un elefante de color marrón.
Y es que, mientras el plan para el desembarco de los contenedores marrones, hasta 500, por toda la ciudad ha sido un éxito -así lo aseguraba el concejal de Sostenibilidad Ambiental, Antonio Urdiales, en el pleno realizado el pasado 11 de noviembre- lo cierto es que son muy pocos los almerienses que tienen nociones de para qué sirve ese contenedor marrón que ahora ocupa un tramo de acera junto al gris, al amarillo, el verde y el azul.
Es cierto, y así insistía el propio concejal en esa misma intervención en el plenario, en que se están realizando reuniones en las asociaciones de vecinos donde se dan unas nociones básicas sobre el uso de este contenedor, las bolsas adecuadas para que se pueda hacer compost y hasta el tipo de cubo recomendado para tenerla en casa. Pero si hay es sabido, es que a este tipo de actividades acaban acudiendo los iniciados y no llega a la ciudadanía en general.
La carta
Quizá siendo conscientes de esta situación, el Ayuntamiento ha decidido enviar una carta firmada de puño y letra de la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, para explicarle a todos los vecinos de esta ciudad el nuevo sistema.
Esa debería ser la intención pero lo cierto es que al final la misiva lo que viene es a explicar que “llevar residuos al vertedero cada vez es más caro” culpando a la normativa del Gobierno de España (la Ley 7/2022 de Residuos) que ya obliga a los ayuntamientos a pagar entre 30 y 40 euros por cada tonelada de residuo que acaba en el vertedero” y que esto que ya estaban los almerienses pagando con sus impuestos a través de los fondos municipales, va a pasar a “repercutirse” a los bolsillos de forma directa porque obliga el Gobierno.
Eso sí, en ningún caso se explica en la misiva, aunque sí lo ha hecho en varias ocasiones el concejal de Sostenibilidad, que se trata de una medida impuesta por una directiva europea que hay que cumplir.
Subida
Llama la atención que en la carta firmada por la alcaldesa nada se explique sobre el uso que deben hacer los almerienses, eso queda para el reverso en el que con dibujos fáciles se resume un poco qué se puede depositar en estos contenedores, el tipo de bolsas a utilizar y los beneficios del contenedor.
Para los más mayores de las casas, menos informados en esto de la sostenibilidad en muchos casos, la carta no les ha sacado más que de una duda: van a tener que pagar más en la tasa de la basura. Y es que el cuerpo de texto viene a ser el anuncio de lo que se tiene que aprobar más pronto que tarde para la nueva concesión que está por llegar en 2025.
Del resto, los que yo conozco siguen con las mismas dudas, al igual que muchos otros almerienses que, de momento, siguen siendo usuarios del contenedor gris al que entienden de maravilla mientras el marrón saben que está ahí, son conscientes de que lo deberían usar, se prometen a ellos mismos que lo usarán, pero sigue siendo ese problema incómodo del que huyen.
De momento, al no estar realizada aún la planta de biorresiduos prevista en la planta de tratamiento, hay tiempo para conseguir convencerles de las bondades del uso de este contenedor de materia orgánica que permite convertir la basura en compost.
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