Un almeriense, millonario gracias a La Primitiva: “Así gané 38 millones”

LA VOZ entrevista al afortunado que hace meses se hizo millonario gracias a los juegos de azar

El boleto con el que el almeriense ganó 38 millones de euros.
El boleto con el que el almeriense ganó 38 millones de euros. La Voz
Pedro Manuel de La Cruz
09:03 • 21 dic. 2024

Está más cerca de los 65 años de los que, quizá, le gustaría. Casado y padre de dos hijos, la noche del 19 de febrero la vida le dio un vuelco. Único acertante del sorteo del bote de la Primitiva. 38 millones de euros de premio. Nadie sabe su nombre, solo que selló el boleto en la calle Mariana de la capital almeriense. Nuestro encuentro fue reservado. Sin fotos. Sin nombre ni apellidos. El azar y la lógica me llevó a conocer la identidad del afortunado. Y esto fue lo que me contó. Lleguen hasta el final de la entrevista. Porque les va a sorprender.



Supongo que se acuerda de los números que le han hecho supermillonario. 



Hombre, claro. ¡Cómo no me voy a acordar! 3,13, 18, 31, 33, 35, reintegro el 7.



La sensación de acabar de ganar 38 millones de euros tiene que ser abrumadora.



Uff, se generan una serie de emociones que no te puedes explicar si no las vives. Es como cuando alguien se pone a hablar del amor. O, si no quieres la palabra amor, la palabra pasión. Si no lo vives son cosas que no puedes describir.



 



Usted se enteró del premio esa misma noche, claro. 



Sí, sí, esa misma noche.


¿Y qué hizo?

Lo primero que hice fue ir corriendo a casa de mis padres, que está a cuatrocientos metros de la mía y pedirle a mi padre una pastilla, una pastilla de Lorazepam, y me tomé media. Y luego, a partir de ahí, nerviosismo y alegría, una sensación indescriptible.


Le apuesto diez contra uno a que esa noche no durmió bien.

Ni bien ni mal. No dormí. A las cinco de la madrugada me levanté de la cama harto de dar vueltas y más vueltas sobre si es versad lo que estás viviendo, porque no te lo crees.


Pero ya sí se lo cree.

Sí, me lo creo. Pero hay un denominador común en todo esto: todos los días, todos, todos, absolutamente todos, yo me pregunto si es verdad. Todos los días le dedicas un rato. Es verdad, me ha tocado, te respondes. 


Y cuando el insomnio por los nervios le hace saltar de la cama a las cinco de la mañana, ¿dónde se le ocurrió ir?

Como no aguantaba más, salí a darme un paseo y, no se lo va a creer, pero a las 9 de la mañana ya estaba, como todos los días, en mi trabajo. 


Que es lo mismo que está haciendo desde entonces.

Que es lo mismo que estoy haciendo hasta la fecha de hoy, sí. No he faltado ni un solo día a mi trabajo habitual. 


Pero su vida habrá cambiado en algo desde aquella noche en que le tocaron treinta y ocho millones de euros.

Pues mire, nosotros ya estábamos bien, gracias a Dios, y, en nuestro trabajo, pues también estábamos bien y mi vida ahora mismo, si le soy sincero, no ha cambiado absolutamente nada. Yo sigo viajando, y cuando tengo que ir por motivo de mi trabajo a los sitios y eso, pues sí, tienes en la cabeza algún caprichillo y gastas un poco más de dinero y con más alegría, cosa que antes, evidentemente, no lo hacía. Si tienes que comprarle a tu padre un reloj que vale 5.000 € o 7.000 € se lo compras, o a tu madre un collar de 2.000 €, y a mi mujer, a mi esposa, le regalé un collar de 5.000 €uros. Yo nunca lo había hecho, pero era el momento.


¿Y sus hijos qué dicen de todo esto? 

Pues mis hijos no dicen nada. 


¿…?

No, no, no le extrañe, no dicen nada porque no lo saben.


¿No se lo ha dicho? 

No, no. Yo creo que no debo decírselo. Es cierto que algún día habrá que afrontar esa etapa. Pero ahora no sé qué van a pensar, no sé cómo van a reaccionar ni qué van a pensar. Pueden perder la perspectiva. Seguramente contentos se van a poner claro, jaja 


Me cuesta creer que usted no haya fallado ni un solo día a su trabajo, a su rutina desde el día 19 de febrero.

Nada. Cuando me fui a desayunar a las siete, antes de irme a un pequeño negocio que tenemos en el Poniente, recuerdo que entraba gente en la cafetería y decía: "Oye, que he leído en La Voz de Almería que la Primitiva ha tocado aquí, que han tocado 38 millones. A ese tío ya no se le ve más ni se le va a ver por aquí. Ese tío se habrá perdido, se perderá, seguro”. Y yo estaba allí echándole aceite a las tostadas y evidentemente diciendo, joder, y todo el mundo, todo el mundo, diciendo joder, han tocado en Almería 38 millones de euros. ¿Quién habrá sido el cabrón? Eso recuerdo que lo dijo alguno. ¿Quién habrá sido el cabrón? Eh, que ahora ese seguro que ya no trabajará más en su vida.


 Y, sin embargo, dice que no ha faltado ni un día,

No he faltado ni un solo día. 


Por cierto, ¿cómo eligió esos números?

Yo, buen estudiante nunca he sido. Yo soy una persona de padres humildes, soy una persona que trabajo a diario como tantísimas otras en España, pero sí es cierto que los números se me han dado bien y yo siempre recuerdo cuando bajaba a El Ejido y a otros pueblos donde sabía que había kioscos en los que vendían revistas con combinaciones y eso siempre era para mí un, no sé cómo explicártelo, algo que entusiasmaba, me ensimismaba mucho. Y para mí las combinaciones eran algo a lo que le podía dedicar mucho más tiempo que al trabajo. Y, bueno, lo cierto es que esto ha sido una suerte.


Suerte y estudio de combinaciones, según dice.

Para que te toque seguro tienes que partir de que las combinaciones posibles son 139 millones, por lo tanto, tienes que gastarte 139 millones de euros si quieres acertar esa combinación completa. Pero es cierto que hay fórmulas para aminorar y optimizar ese dinero.


Póngame un ejemplo.

Si de los 139 millones de euros que cuesta asegurar el acierto, tú eliminas todas las combinaciones que de cinco, de seis en seis, se van repitiendo de forma consecutiva, tú ya ahí estás ahorrando más de 500.000 €, es decir, al ordenador le dices: yo no quiero que salga este tipo de combinación, seis números seguidos, es decir, 1 2 3 4 5 6, o 2 3 4 5 6 7, o 3 4 5 6 7 8, esas combinaciones elimínamelas. Entonces, el programa, automáticamente, te la elimina. 


Pero podrían salir.

Claro, es que pueden salir, como los matemáticos dirían. Pero Eso es falso, esa es la teoría. Los números todos tendrán la misma probabilidad de salir, pero en la práctica, que es lo que nos interesa, no salen los números todos iguales. 


Póngame otro ejemplo para eliminar números o combinaciones.

Por ejemplo, que no salgan números impares seguidos, 1,3,5,7,9,11.


Supongo que, desde febrero, la vida de su familia, la vida de sus padres, habrá cambiado.

Ellos siguen trabajando igual. Están jubilados, tienen su bancalillo.


Algún regalo sí les habrá hecho más allá del reloj y el collar.

No, de momento no, pero, bueno, yo sé que esta navidad algún detalle tendré que tener. 


¿Le han pedido algo?

Pues la verdad es que mi madre, que fue la más sentimental, lo primero que me dijo, fue: regálale algo, regálale algo a tu hermana.


Y le habrá hecho caso

No, aún no lo he hecho.


Y a qué espera. 

Espero a que se den las circunstancias. Ahora me ha dicho que va a terminar de pagar un piso y que lo va a amueblar. Pues oye, pues mira, te voy a regalar los muebles, le voy a regalar las lámparas, lo que necesite, pero que sean cosas de provecho, que no sea simplemente algo superficial.


Cuando se junta con sus padres, con su mujer, hablarán de lo que ha pasado.

Hombre, cuando ellos (los hijos) no están, pues evidentemente siempre sale, siempre sale la conversación. Como le decía al principio, esto no lo puedes expresar, no lo puedes expresar. No sé, es una sensación desconocida, son emociones, por eso siempre sale el tema. 


¿Se lo ha dicho a algún amigo? 

Hay dos personas más que sí lo saben. 


Amigos suyos. 

Amigos míos, muy amigos, muy amigos. Sí, porque al final, tú tienes dos hijos y bueno, también tienes que pensar en ellos y, bueno, estás con un poco de cautela y algunas veces hasta con un poco de miedo, ¿no? 


¿Qué sueño irrealizable tenía la mañana del 19 de febrero que ahora pueda hacerse realidad?

¿Qué sueño tenía? Pues mira, si soy sincero, los viajes me han gustado y mis amigos me dicen: joder, date una vuelta al mundo. Y yo me pregunto: ¿Y qué necesidad tengo yo de darme una vuelta al mundo? Si tengo que ir a París, pues bueno, oye, pues voy. Si tengo que ir a Praga, si tengo que ir a Londres, pues yo iré, pero yo no voy a estar por ahí haciendo viajes simplemente porque te ha tocado la lotería. Entonces, sueños, sueños como tales, pues de tipo materialista, pues no tengo. ¿Qué me puedo haber tenido un buen coche el día de mañana? Pues posiblemente lo haga. Comprarme una casa sí veo que me interesa y una casa bonita, pues seguramente me la voy a comprar o me la voy a hacer. Yo creo que esos son los dos sueños, sobre todo el de la vivienda. O comprarte un chalet, no sé, en algún sitio de Almería, seguramente.


Por curiosidad, ¿cuál fue el importe del boleto?

Eché 15 combinaciones de 84 apuestas. 1260 euros. 


Y ahora de los 38 millones que ganó, en estos diez meses, ¿cuánto se ha gastado en sorteos? 

No lo podría decir, pero le voy a dar una aproximación: 30.000 euros. 


¿Y eso es mucho o poco para usted?

No, yo no soy gastoso. Yo cuando solamente juego es cuando hay botes. Esta semana en el Eurojack hay un bote de 10 millones, ahí no voy a jugar. En el Euromillones hay un bote de 74 millones. Ahí sí voy a jugar mis 672 euros, que son ocho números con cuatro estrellas. Eso será lo que yo me juegue para el viernes que viene. Y, bueno, son números que yo voy a elegir y ya le digo que los últimos cinco que han salido no los voy a poner. 


¿Por qué? 

Porque no van a salir. No van a salir. 


Pero ¿por qué no van a salir? 

Porque no van a salir. 


¿Qué otra pista le daría a la gente que juega?

Otra clave que le voy a decir, nunca pongas si juega millones los 5, ni los 51 ni los 513. No pongas jamás el 10, 20, 30, 40, 50, en la misma combinación, jamás lo pongas, eso no ha salido nunca. Después de mi análisis jamás en la vida se ha repetido. Jamás. 


Bueno, ya tenemos dos consejos: no repita el número que ha salido la semana anterior. Dos, no pongas los 5, seguidos del 0. Sigamos. 

Le voy a dar la última. Nunca pongan números que organicen figuras geométricas. 

Dibujar cruces, como si fueran católicas en el boleto, y todos aquellos 6 números que se encuentren en ellas, nunca los pongas.


Usted ya ha entrado en la edad de la madurez y por mucho que gaste, es muy difícil agotar todo el dinero que ha ganado. ¿Qué piensa que harán sus descendientes con ese dinero?

Hay varios estudios, informes del OCDE, que aseguran que las posibilidades de que tus bisnietos se fundan tu patrimonio, es del 91 por ciento, y de que lo hagan tus nietos, del 70 por ciento. Lo que tengo claro es que voy a disfrutar de todo aquello que me apetezca. No me voy a gastar el dinero por gastármelo, ¿eh? Pero también es cierto que no me lo no voy a guardar para legarlo a personas que yo no voy a conocer porque es que luego vamos, aquí en Almería, como en el resto de España, hay algunas empresas que todos conocemos que, cuando el viejo ha muerto, la empresa se ha ido a pique, ha desaparecido, es decir, los bisnietos o los nietos se han cargado los negocios. ¿Gastar con más alegría? eso sí, tú gastas la tarjeta, la tarjeta la vas pasando y tú gastas con mucha, mucha alegría y sin mirar, evidentemente, si tienes o no tienes, porque sabes que tienes. Y luego, otra cosa que tengo clarísima, es que otro estudio dice que más del 70% de alguien que es agraciado con este tipo de sorteo se ha arruinado.


¿Y por qué cree que se han arruinado? 

Por la gestión y por la avaricia y la codicia. Si tú no vas a ser capaz en tu vida de gastarte, que te digo yo, 5 millones de euros, no sueñes con tener 300 o 500 doblando y triplicando tu capital con inversiones, porque, al final, no va a ocurrir.


Quienes más se ponen nerviosos cuando toca los sorteos son los bancos. Todos quieren hacerse con el boleto o el décimo. Ya sé que no me va a decir la Caja o el Banco en que depositó el boleto. Pero cuénteme cómo fue recibido. 

Yo no fui esa mañana. Yo fui a la semana. Es verdad que yo tenía mis fotos del boleto en el móvil. Lo tenía todo por si se pegaba fuego, se extraviaba, en fin, para poder luego reclamarlo. 


Pero cuénteme cómo le dice al director del Banco o la Caja que tiene un boleto premiado con 38 millones de euros

Fue con una directora. Y, tras un gesto de asombro, me dijo: ahora mismo acabo de hablar con mi director de zona porque nos está llamando a todos para, de forma encarecida, intentar saber y preguntar quién ha podido ser. Fíjate la sorpresa que le voy a dar cuando lo llame ahora y le diga, Oye, tengo el boleto. Y lo hizo delante de mí.

Antes, lógicamente, había comprobado todos los códigos habidos y por haber.


Dígame cómo se siente hoy, tomando una caña de cerveza y sabiendo que tiene 38 millones en el banco.

Todos los días tú siempre dedicas un minuto a pensar: "Es verdad, es verdad”. Es que, evidentemente, como decía mi madre, esto es un pepinazo. Por cierto, se tiró toda la noche con el pepinazo. Me lo repitió mil veces. Tanto me lo repitió que ya tuve que decirle que si es que había contraído alguna especie de demencia porque no paraba de decir pepinazo y pepinazo y pepinazo. Vaya pepinazo. Vaya pepinazo.


Su madre no salía de la palabra pepinazo, pero y usted, ¿qué sintió además de nervios?

Te emociona y lloras. No es que llorara mucho, no, pero se saltan las lágrimas de saber que, bueno, no es que tengas sueños inalcanzables, pero sí es cierto que dices, joder, esto me puede dar a mí una paz interior……..


Un último sorbo de cerveza pone fin a la conversación. Y con la paz interior que da saber que tienes 38 millones de euros en la cuenta corriente, este almeriense afortunado camina lentamente hacia el coche. Le esperan para una comida de empresa. La misma empresa que al día siguiente le verá entrar por la puerta unos minutos antes de las nueve de la mañana y tras haber desayunado en su cafetería de siempre un café solo y media de aceite. 



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