Unas 50.000 personas presenciaron el desfile

Unas 50.000 personas de todas las edades vivieron las emociones de la cabalgata de los Reyes Magos, con la ilusión de siempre. Pero, para algunos, era la primera experiencia siendo conscientes de todo. Eso le pasó a Rubén. Sus tres años recién cumplidos eran todo admiración, reflejada en sus ojos al paso del cortejo.

Él ya sabe que esos personajes vestidos de forma tan llamativa y sugerente van a pasar por su casa a dejarle unos maravillosos juguetes. Al pie de la acera vio pasar unos increíbles flamencos que, en otras circunstancias, le habrían dado miedo. Sin embargo, Rubén sonreía , los saludaba y hacía palmas a los villancicos que tocaba la Banda Municipal.

No quiso perderse nada y su habitual inquietud un tanto traviesa se convirtió en entregada participación en todo cuanto ofrecía el desfile. Incluso, acercó su manita para estrechársela a los pajes del rey Baltasar y a los de sus regios compañeros, como queriendo congraciarse con tan importantes personajes para él.      

Su hermana Lucía, que ya tiene ocho años, también comparte esa desbordante ilusión por los Magos de Oriente y todo lo que pueden llegar a traer en una noche como la que estaba viviendo en el Paseo de Almería. Junto a su prima Sandra ejerció anoche de experta recolectora de caramelos, con una habilidad que dejaba sorprendidos a  sus padres y a su abuela.  A ella se le iluminaba la mirada cuando pasaba cada uno delos tres Reyes, a pesar de que apreció como el color de Baltasar parecía estar diluyéndose. Pero, la fantasía la dominaba y Lucía se recreó en la carroza de los animales y en todas las animaciones.

La cabalgata enfilaba ya el final de su recorrido. Más de un adulto se perdió en sus recuerdos infantiles buscando al niño que llevaba dentro. Así lo vivieron también los mayores de la Residencia Santa María Jornet visitados por los Reyes por la mañana. Los niños hospitalizados en Torrecárdenas recibieron también  la medicina mágica de ilusión de manos de los Reyes Magos.