Primer asalto ante el juez entre Carousel y Emisa

Hoy se celebra en el Juzgado de Primera Instancia número 4 la vista previa entre ambas instituciones

Interior del parking de la calle Padre Méndezx,
Interior del parking de la calle Padre Méndezx,
Lola González
18:03 • 28 ene. 2014

Llegó el día. Han tenido que pasar 26 meses desde que la empresa municipal Emisa interponía el contencioso administrativo con la empresa concesionaria de los aparcamientos de Padre Méndez y ubicado bajo el mercado provisional, Carousel Eurogroup, al considerarla como "okupa" de los dos aparcamientos ya que no ha cumplido con sus compromisos contractuales de pago al Ayuntamiento.




Pues bien, después de la espera hoy es la cita para que se vean por primera vez las caras en el juzgado representantes de las dos partes para poner sobre la mesa todo lo ocurrido desde que se le otorgara la concesión.
El Juzgado de Primera Instancia número 4 será el que acoja este contencioso que de momento solo va a celebrar su vista previa y en ella se hablará de la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre las partes, de examinar en su caso las cuestiones procesales, fijar con precisión el objeto del proceso y los extremos de hecho y de derecho sobre los que exista controversia, proponer y admitir pruebas en su caso, y examinar las cuestiones que, con carácter excepcional prevé la ley, puedan plantearse.




El resto quedará para más adelante en el caso de que no se alcance un acuerdo entre ambas partes.
La deuda que mantenía la empresa cuando se presentó el contencioso era superior a los 14 millones de euros, a los que ahora habría que sumarle los 2,5 millones de euros correspondientes a los intereses de demora.




Historia




El camino entre ambas empresas comenzaba con grandes promesas de felicidad eterna en junio de 2010 con la concesión de los aparcamientos de Padre Méndez y Carretera Ronda por los que la empresa tendría que ingresar a las arcas municipales más de 14 millones de euros de inicio, y posteriormente irían aumentando hasta alcanzar los 18,5 millones. Lo que parecía un idilio pronto acabó en abril de 2011 cuando la empresa no pagó. 







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