El magistrado Javier Gómez Bermúdez une su voz a la corriente más crítica con la reforma de la jurisdicción universal impulsada por el Partido Popular en el mes de febrero. El juez de la Audiencia Nacional aseguró ayer en el marco de las II Jornadas de Extranjería de la Fundación Almería Social y Laboral que “la reforma parte de un punto de vista moralmente inadmisible” y que “es técnicamente muy mala”.
La limitación de la justicia universal ha abierto un intenso debate sobre sus efectos en procesos como el de José Couso y, más recientemente, sobre la interpretación de la jurisdicción española en la captura de grandes buques con droga en el Mar de Alborán.
Dos autos de los magistrados Fernando Andreu y el propio Javier Gómez Bermúdez han ordenado en dos semanas la puesta en libertad de dos tripulaciones egipcia y siria detectadas con 12.000 y 9.000 kilos de droga al sur de la Isla de Alborán. Bermúdez considera que la nueva regulación impide la persecución de este delito en aguas internacionales cuando la tripulación no es española y la mercancía va destinada a otro país.
La geopolítica
Además, insiste en las graves consecuencias globales derivadas de la decisión política. “No perseguir delitos como el genocidio es partir de una posición moral inadmisible”, subraya el antiguo juez decano de Almería. “Entiendo la geopolítica, pero no entiendo que la geopolítica nos imponga dejar impunes en cualquier lugar del mundo delitos de lesa humanidad, terrorismo o genocidio. ¿Qué pensaría si no pudiéramos perseguir a los terroristas? Eso no es correcto”, expone en relación a las presuntas injerencias del gobierno chino. “¿A qué viene ahora esta reforma que ha enfangado todo y que nos ha comprometido y obligado a dejar a 16 narcotraficantes en la calle con 21 toneladas de hachís”, se pregunta el magistrado malagueño.
El trabajo de Vigilancia Aduanera en el Mar de Alborán ha supuesto la captura de siete embarcaciones en un año con alijos de hachís superiores a los 9.000 kilos. Cinco de ellos atracaron en el Puerto de Almería y el resto en Málaga y Cartagena (Murcia). Sobre todos ellos pesa ahora la duda de si existe jurisdicción española, aunque cada caso se estudia de forma individualizada por las características de tripulación, el origen de la nave y punto de localización. “La Sala de la Audiencia Nacional no tiene ningún criterio todavía”, matiza Bermúdez.
Sin trampas
Una de las claves está en el destino de la droga. Las investigaciones apuntan actualmente a países orientales del norte de África y desechan la posibilidad de una descarga de hachís en España. Con la interpretación de Andreu y Bermúdez, no existen elementos para juzgarlos.
Sin embargo, en este sentido, la Agencia Tributaria señaló durante la captura del buque Assel este lunes en Almería (18 toneladas) que el mercante podría envíar la droga a países europeos (incluido España) previa escala en otro punto. Bermúdez no valora las indagaciones sobre este último barco, pero recalca que “tendrán que dar una base suficiente porque no podemos atribuirnos jurisdicción sobre la mentira”. “Las trampas no sirven; hay que poner una ley clara y que no nos obligue a hacer interpretaciones forzadas ni a buscar la puerta de atrás”.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/59126/el-juez-gomez-bermudez-la-reforma-de-la-justicia-universal-es-moralmente-inadmisible