Malestar por la venta ‘ilegal’ de libros

La Federación Andaluza de Libreros (FAL) ha denunciado públicamente y reiterado su preocupación por las frecuentes ventas ilegales que se producen en el ámbito de algunos centros de enseñanza. En palabras de su presidente, José Luis Jaime, “existe una competencia desleal en distintos centros educativos de la geografía andaluza”. Si bien el propio presidente añade que “aunque la mayoría cumplen con los requisitos indicados por la Consejería de Educación, es frecuente observar graves infracciones de forma reiterada”.

Teoría
Según la instrucción del Programa de Gratuidad de los libros de texto de la Junta de Andalucía Para el curso 2014-2015, en los cursos primero y segundo de Educación Primaria, se entregarán los Cheque-Libros a los representantes legales del alumnado beneficiario y los libros de texto se obtendrán mediante la presentación, en la librería libremente elegida, del correspondiente cheque. La teoría es bien clara, los cheques se le entregan a los padres o tutores legales del alumnado y éstos hay que entregarlos en la librería libremente elegida.

El problema, según indica FAL, consiste en la “retención de los Cheque-Libros por el centro, acaparando y controlando esas ventas y desoyendo que se entregarán a los representantes legales de los alumnos como se ha mencionado”. La normal lo deja bien claro en punto 3 del apartados sexto donde indica que “no está permitida la gestión de los Cheque-Libros por parte de AMPAS, asociaciones, o los propios centros docentes que puedan obtener beneficios de algún tipo derivados de esta gestión destinados a un gasto distinto al Programa de Gratuidad excepto cuando cumplan los requisitos legalmente establecidos para la venta de libros de texto”.

En Almería
Así, diferentes libreros consultados en Almería como el dueño de la papelería Abril en Pescadería o la papelería Firmamento en la Avenida Santa Isabel, admiten que esta situación les está suponiendo un grave daño social que incide directamente en el menor número de ventas de libros y por consiguiente menos ganancias. Además estas papelería también denuncian que no sólo afecta a los libros de texto esta competencia desleal sino que existe también dichas actuaciones con el material escolar.

Sin impuestos Este tipo de acciones fraudulentas eluden por tanto el pago de impuestos, al no disponer los centros de enseñanza o asociaciones de padres y madres que las realizan, de personal laboral dado de alta en la Seguridad Social, ni de licencia fiscal que ampare la actividad comercial, ni por supuesto realiza las correspondientes declaraciones, indica la FAL en un comunicado.

De la misma manera, José Luis Jaime elogia “a todos aquellos centros y AMPAS que realizan debidamente sus funciones” y les anima “a no sucumbir ante las posibles propuestas claramente ilegales que algunas editoriales alientan, y se mantengan en el camino de la responsabilidad social, la legalidad y la corrección fiscal”.
La FAL cuenta este año con el “compromiso” de la Consejería de Educación de comunicar a los servicios de Inspección este tipo de caso y actuar en consecuencia.