El Mar de Alborán es campo minado para el narcotráfico. En la franja marina entre Almería y África trabajan simultáneamente recursos de la Guardia Civil, el Servicio de Vigilancia Aduanera, la Armada Española, la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), la Marina Real de Marruecos y hasta la Policía Nacional en operaciones especiales. Este frente común ahoga a los traficantes de drogas con millones de euros en pérdidas por decomisos.
Una operación conjunta del Frontex y la Guardia Civil muestra el último gran golpe contra el narcotráfico en el Mar de Alborán. Un avión italiano perteneciente a la Operación Indalo de la UE localizó la tarde noche del miércoles una embarcación recreativa con 13.000 kilos de hachís a pocas millas de la costa de Almería.
La nave es un pequeño yate de bandera británica, de gran potencia y tripulado por dos ciudadanos españoles y un joven de origen lituano. Según fuentes de la investigación consultadas por LA VOZ, la embarcación se hallaba en aguas internacionales (más allá de 12 millas náuticas, 22 kilómetros), frente al litoral de la provincia de Almería.
El avión italiano detectó la embarcación sospechosa y dio aviso al Centro de Coordinación Internacional (ICC). El Servicio Marítimo de la Guardia Civil envió a su principal recurso en la franja de Alborán, la patrullera Río Miño, experimentada en operaciones contra el narcotráfico.
Abordaje
Sin embargo, la captura no fue sencilla. Los agentes se aproximaron al barco para identificar a los ocupantes y, cuando se disponían a realizar el abordaje, el yate emprendió la huida “a gran velocidad” y la patrullera tuvo que reiniciar la persecución. Unos minutos más tarde, la embarcación fue finalmente apresada por la Benemérita en alta mar. Los tripulantes son A. J., varón lituano de 29 años de edad, y los españoles X. L. M. y J. E. V. de 48 y 30 años respectivamente. Fueron trasladados junto a la droga hasta Melilla, donde quedaron custodiados a la espera de su puesta a disposición judicial.
En el interior de la nave se ocultaban las 13 toneladas de hachís repartidas en 514 fardos o paquetes de distinto tamaño. La Guardia Civil ha iniciado una investigación sobre los hechos. Fuentes de la Benemérita en la ciudad autónoma señalan a la provincia de Almería como principal hipótesis del destino inmediato de la droga, aunque probablemente el hachís pertenecía a una banda internacional con conexiones en países europeos, parada final en su ruta desde los cultivos en Marruecos. El valor del estupefaciente en el mercado clandestino rondaría los 50 ó 60 millones de euros, según la pureza (pendiente de los análisis de toxicología).
La operación completa la mayor incautación de hachís en una embarcación recreativa desarrollada en la provincia de Almería en su historia reciente, sólo superada por las intervenciones realizadas por Vigilancia Aduanera (Agencia Tributaria) en el último año en grandes mercantes y pesqueros de la denominada Ruta del Mediterráneo Occidental, conocida por el conflicto abierto sobre la limitación de la justicia universal y la liberación de narcotraficantes de origen egipcio, turco y sirio.
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