“La vacunación es la forma más impactante y eficaz de lograr salud”. Así de rotundo se manifiesta Federico Martinón, pediatra e investigador en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, que hoy participa en Almería en las XI Jornadas de Actualización en Vacunas. Su defensa de las vacunas es tal que tiene claro que, para él, “quien no vacuna es un maltratador”.
Su punto de vista no es compartido por todo el mundo y lo sabe. Es conocedor también de que la ley no obliga a vacunar a los niños del mismo modo que sí obliga a matricularlos en un centro educativo. Se reafirma, no obstante, en su tesis y considera que la vacunación “debería ser entendida como un derecho más del niño”.
Decisión activa Vacunar es una decisión activa, insiste, pero no hacerlo, también lo es. “Tiene consecuencias”, recuerda, a la par que explica cómo “los riesgos de no vacunarse son mucho mayores que los que pudiera tener estar vacunado” y cómo “el perfil de las vacunas es excelentes. Con ellas, las enfermedades se reducen o, incluso, desaparecen”.
Defender esta postura no es siempre fácil y reconoce hasta tres perfiles distintos de “antivacunas”. “Están los que por desconocimiento, no vacunan; los conspiranoicos, con los que no merece la pena perder el tiempo; y un tercer grupo de nivel cultural medio-alto que pregunta al doctor Google y como ha leído algo, no vacuna”, dice Martinón, que reconoce cómo la ausencia de un único calendario vacunal dificulta, a veces, el mensaje de que las vacunas son la “acción más rentable en promoción de salud”.
Y es que la buena idea de unificar calendarios vacunales oficiales para todas las Comunidades Autónomas, no se ha hecho de la mejor manera posible. Para este investigador en vacunas, “igualar a lo bajo” no ha sido la mejor fórmula de las que se podían haber adoptado.
Entienden los defensores de las vacunas que, en una situación de crisis como actual, hay determinadas acciones sanitarias más prioritarias que dar vacunación gratuita frente el neumococo, la varicela o el rotavirus. Lo que no comparten es la postura que impide el acceso a vacunas como la de la varicela si ésta no se puede dar gratis a toda la población infantil.
De la farmacia al hospital En Andalucía está prohibida su venta en farmacias y es sólo de uso hospitalario, desde que se aprobara un cambio en el calendario vacunal. Desde hace un par de años sólo se administra a los niños que, con 12 años, no han padecido la varicela.
Esta postura, que ha llegado a la calle en forma de preocupación, malestar y, en ocasiones, alarma por no tener accesibilidad a una vacuna que hasta hace poco sí había, ha enfrentado a responsables sanitarios con las sociedades científicas.
No en vano, la defensa de la vacuna de la varicela ha abierto un debate que ha llevado a algunos padres a comprar vacunas en Comunidades Autónomas como Navarra, donde se administra a los niños con 12 meses y se ha disminuido hasta un 90% los casos de la enfermedad.
Debate que también tendrá cabida en las XI Jornadas de Actualización en Vacunas que, organizadas por el Instituto Balmis de Vacunas y el Colegio Oficial de Médicos de Almería, reúnen en la capital a más de 200 expertos no sólo procedentes de distintos puntos de España, sino también del extranjero.
Las Jornadas, que fueron inauguradas ayer por el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, continuarán a lo largo del día de hoy con tres mesas redondas, una sesión interactiva y un debate abierto en el que participará, entre otros, el pediatra Federico Martinón.
Reducción de la diarrea Durante la inauguración del encuentro, Rodríguez-Comendador ofrecía algunas cifras como que “los avances de la ciencia en pos de la erradicación de las enfermedades infecciosas nos ofrecen datos incontestables, como por ejemplo, el hecho de que la vacunación frente al rotavirus haya reducido en Almería las hospitalizaciones infantiles por esta infección aproximadamente en un 70%”.
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