Agentes de Vigilancia Aduanera, Guardia Civil y Policía Nacional trabajan durante la mañana en el Puerto de Almería para extraer el macroalijo de hachís guardado en la bodega del pesquero portugués Eiskos, abordado en la Operación Adiada en alta mar. La autoridad judicial espera el recuento definitivo de los fardos de hachís para conocer la dimensión del alijo, vinculado al narcotráfico en Galicia. Se calculan más de 10 toneladas.
La descarga de la droga se ha realizado con presencia del patrón del barco, un ciudadano portugués, trasladado esposado desde la Comandancia de la Guardia Civil de Almería. Los detenidos permanecen en los calabozos salvo los dos heridos. Uno de ellos está en la UCI de Torrecárdenas y otro fue trasladado hasta la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla para tratar daños en el 40 por ciento de su cuerpo.
Los tripulantes fueron interceptados por Vigilancia Aduanera y la Armada Española a unas 40 millas al sur de Cabo de Gata. Atrapados, intentaron prender fuego al barco. Las llamas fueron sofocadas a tiempo y la carga permanecía intacta a la espera de su análisis judicial. La investigación comenzó en 2012 e implica a agentes de la Policía Judiciaria de Portugal.
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