La Plaza: abrir por la tarde ¿éxito o riesgo?

El Mercado Central, también conocido como La Plaza en algunos hogares, ha sido siempre un gran referente para los almerienses a la hora de comprar sus alimentos en el día a día, sobre todo para los vecinos de los barrios más céntricos de Almería y aquellos que trabajan por la zona, ya que cuenta con productos frescos y de calidad, con un trato directo y relaciones forjadas a través de los años entre algunos de los clientes con los comerciantes.
Por eso, después de haber experimentado, o sufrido en algunos casos, un traslado hasta la Carretera de Ronda mientras se llevaba a cabo la rehabilitación del edificio, sumado a la reciente apertura del supermercado en el sótano del inmueble; algunos de los comerciantes se plantean seriamente que el Ayuntamiento les permita abrir sus puestos en horario de tarde. Algo adecuado ya que el súper requiere la apertura de una de sus puertas de acceso al no contar con una entrada directa desde la calle.
Por este motivo, conociendo el deseo de unos pocos vendedores, es lógico que la opinión de los clientes que acuden al Mercado de manera regular también se escuche y aporte una visión más amplia de las oportunidades que plantearía la apertura de los puestos que lo deseen. 
Muestra de ello son las declaraciones de Josefa García que se define como una “clienta de toda la vida” a la que “mover La Plaza tan lejos hizo que no pudiese ir a comprar todos los días” ya que a su edad, la distancia y el peso no son buenos compañeros a la hora de hacer la compra.

Luces y Sombras En una situación como esta siempre hay ventajas y desventajas,  como las que plantea Manuel Beltrán, ya jubilado a sus 68 años que asegura que para él “que abran las barracas por la tarde es indiferente” ya que por costumbre suele hacer toda su compra por la mañana, aunque añade que “si a los puestos les sale rentable o lo necesitan, que lo hagan”. 
Un pensamiento más o menos generalizado entre los clientes de mayor edad, que suelen hacer su compra diaria a primera hora, “cuando está todo el género a la venta” añade Manuel, y adquieren lo necesario para todo el día.
Por otro lado, Ana y David, una pareja que buscaba ayer lo necesario para montar una barbacoa con los amigos, consideran que “sería bueno poder venir al Mercado de Abastos a comprar carne o pescado fresco a cualquier hora, sobre todo para la gente que trabaja por las tardes”; aunque también entienden que los jóvenes y familias “prefieren entrar en cualquier Mercadona, coger las cuatro cosas que necesitan ellos mismos y volver a casa cuanto antes a descansar”.
A su vez, un pensamiento dispar es el que tienen Carlos Ruiz y su madre Conchi Rodríguez ya que ella, como experta compradora, cree que “para los comercios que puedan mantener su producto todo el día al aire puede ser bueno, pero algo como el pescado es muy delicado”; a diferencia de su hijo, que opina que todos tienen asumido el horario del Mercado y “poca gente se acordará de que está abierto por la tarde, si necesitan algo por inercia irán a la tienda o un supermercado”.
En resumen, los clientes entienden que los puestos quieran más tiempo de apertura, pero abrir hasta tarde despierta la inquietud de si al llegar encontrarán lo que buscan o se habrá acabado y tengan que ir al súper.