Asun García Müller es “madre de acogida” y premio ‘Andaluna 2015’

Se llama Hugo, tiene dos años y medio y es la razón por la que Asun García Müller, de 58 años, catalana de nacimiento y asentada en Almería desde hace más de 12 años, haya recibido hace unos días en Sevilla el Premio Andaluna 2015 en la categoría de acogimiento familiar. 
Un reconocimiento que le ofreció la Junta de Andalucía después de que el Servicio de Menores de Almería y Cruz Roja la nominaran para un galardón que viene a reconocer la generosidad de familias como la de Asun. Familias que abren sus puertas a niños que temporalmente no pueden ser atendidos en su propio núcleo familiar.

Con parálisis cerebral El caso de Asun y Hugo es, además, especial. Lleva 17 meses como un miembro más de la familia, llegó con 13 meses y un diagnóstico muy desfavorable: parálisis cerebral. 
“No se movía. No sostenía su cabeza”, relata esta mujer que ha sido trabajadora social en Barcelona durante muchos años y que ahora, retirada en Almería, tuvo “un flechazo” con Hugo desde el primer momento en el que se vieron. “Desde el primer día yo me dije: Asun, a este niño lo sacas adelante”.
Y no va desencaminada. Hugo es hoy en día un niño que interactúa, sonríe, dice mamá y papá y se tiene en pie. “Andará”, dice Asun absolutamente convencida. 

Ella y su pareja, Antonio Rodríguez Pérez, le han integrado en una familia en la que hay hijos (ya independizados y casados) y una nieta de 5 años. “Hugo es uno más” y, si bien todos saben que el acogimiento es temporal, a día de hoy, es “un hijo más” al que no le falta cariño.

Para Asun, que, además de por su trabajo ha vivido más de dos décadas vinculada al proyecto de Refugiados de Sahara en Argelia, primero,  y a Aldeas Infantiles como educadora en un hogar, después, el entorno familiar es “el mejor ambiente para cualquier pequeño”. 

No necesitan centros, sino a alguien al que abrazarse, llamar mamá y sentirse cobijado, enumera esta mujer a la que nada la ha retenido nunca para pasar temporadas en campamentos de refugiados del Sáhara, de donde con un equipo sanitario, se traía a España a niños a los que había que operar, ni para irse hasta Perú para trabajar con niños desfavorecidos. 

Más tranquila ya, jubilada y con los hijos mayores, ha decidido dar un paso más y sumarse al proyecto de acogimiento familiar que Cruz Roja gestiona en Almería bajo la batuta de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.

Quien prueba, repite Un compromiso que “tampoco cuesta tanto”, dice convencida. “A todo el que quiere escuchar le digo que no es difícil, que los niños dan mucho más de lo que nosotros podamos ofrecer y que merece la pena probar. Porque, oiga, quien prueba, repite”, asegura.

Hoy, que Hugo les sonríe, les busca y les da la mano para agradecerles su cariño, Asun y Antonio, sienten que les han dado el mejor de los regalos. Un premio que además, desde hace unos días, lleva nombre, el de Andaluna 2015.