Mientras la Unión Europea debate sobre la acogida de refugiados sirios e iraquíes y los países levantan murallas y alambradas fronterizas en el este, inmigrantes forzados en África, América Latina y Oriente Medio apuran sus opciones de reconstruir su vida en España.
Las peticiones de asilo político se cuentan por miles, a pesar de los exigentes requisitos de concesión de los permisos que reducen notablemente el número de acogidos y que, en muchos casos, mantienen a los inmigrantes en un limbo legal, sin papeles y sin posibilidades de ser repatriados a zonas de conflicto.
Según estadísticas oficiales del Subdirección General de Asilo del Ministerio del Interior, en la provincia de Almería se registraron 350 solicitudes de asilo político entre los años 2013 y 2014 (menos de una decena de sirios). La mayoría procedían del África negra, donde la inestabilidad de los gobiernas, las guerras civiles y la pujanza de los radicales obligan a huir a los ciudadanos hacia el norte.
Países como Mali, donde los yihadistas controlan buena parte del territorio, son punto de origen de inmigrantes llegados a las Islas Canarias y Andalucía en cayucos y pateras. Además, otras diez personas emitieron peticiones para su inclusión en el estatuto de apátridas (pérdida de nacionalidad, por ejemplo, por un cambio de fronteras o una guerra civil).
Las peticiones de asilo se cursan con frecuencia directamente en los centros de internamiento (también pueden realizarse en embajadas) y el país está, en teoría, obligado a cursar la acogida con una serie de derechos para el “huido”. Sin embargo, España exige pruebas para acreditar la persecución sufrida y encarece las concesiones.
Refugiados sirios Según explica la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en su Informe anual 2015, “España recibe menos del 1 por ciento de las personas que solicitaron protección internacional en la Unión Europea”. “Existen grandes dificultades para que las personas solicitantes de protección internacional”, añade CEAR.
Por su parte, el Gobierno central indica que existe un aumento en las peticiones de acogida de los últimos años y avala su gestión aludiendo a la tasa de solicitudes aceptadas, estudiadas caso a caso. “Se han concedido 203 estatutos de refugiado, 325 estatutos de protección subsidiaria y 4 autorizaciones de residencia por razones humanitarias, lo que sitúa la tasa de reconocimiento en un 20,62 por ciento del total de las resoluciones adoptadas”, detalla Interior en Asilo en cifras 2013.
Comisión Española de Ayuda al Refugiado matiza que las estadísticas nacionales de concesión de asilo han crecido por la influencia de los refugiados sirios, aunque encuentran todavía carencias en el proceso para la acogida.
Además, destaca el respaldo de los tribunales a las denegaciones acordadas por el Ministerio del Interior. “A pesar de los avances en la jurisprudencia europea analizados en los últimos informes anuales de CEAR, en 2014 los tribunales españoles insistieron en su tradicional conformidad con las resoluciones de asilo del Ministerio del Interior: tan solo una sentencia corrigió la denegación de la protección internacional”, describe la Comisión de Ayuda al Refugiado.
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