La cantina, una lugar donde reponer fuerzas

En el año 2003 se inauguró el instituto, pero la cantina aún no estaba en funcionamiento. El centro contactó con una familia y le propuso hacerse cargo de ella. Como siempre han estado vinculados a la hostelería, decidieron que sí, de modo que empezaron a trabajar en febrero de 2004.

Desde entonces, tres mujeres con amplia experiencia en el sector -María Ángeles, Anita y Anabel- han visto pasar por allí a todos los alumnos hasta ahora. Los estudiantes solo pueden entrar en horario de recreo, mientras que los profesores pueden hacerlo en cualquier momento.

Los productos que se ofrecen en la cantina son muy variados: diversos tipos de refrescos, agua, bocadillos de lomo y panceta -con tamaño a elegir entre pequeño y grande, bolsas de patatas de diversos tipos y todo tipo de chucherías. Además, hay sillas y mesas en el interior.

Don Luis, profesor de Biología, piensa que la cantina es un lugar de encuentro y descanso con unos precios muy económicos. También nos comenta que hay muy buen trato con el cliente, ya que se atiende con respeto y amabilidad.

Los alumnos también tienen una buena opinión de la cantina, ya que allí encuentran una gran variedad de productos a buen precio. Durante los recreos siempre está llena, pero aunque se forman colas siempre se atiende con rapidez.

En general, todos los miembros del centro están muy satisfechos con la cantina.