El curso pasado en nuestro instituto comenzamos un proyecto de mediadores para combatir el bullying en el instituto, dirigido por nuestra antigua orientadora Raquel Soler. En el mismo, más tarde, Raquel planteó la figura de cibermentor para combatir principalmente el ciber acoso aunque éstos también serían preparados para mediar fuera de la red. Sin embargo ninguno llegó a ser formado y por lo tanto la idea quedó en el aire. Raquel trabajó con varios mediadores (Inés Bayo, Celia Sanfrutos, Miguel Soler, Carmen Tovar, Sabina Richards, Javi Cano, Lydia Gonzalez) y han resuelto varios problemas, ya sea de acoso o discusiones entre alumnos.
Nuestra forma de mediar es de una manera pacífica, lo que quiere decir que los mediadores no se pueden poner del lado de ninguna de las partes afectadas y lo único que tienen que hacer es guiar una conversación entre los alumnos para que entre ellos lleguen a un acuerdo.
Este año la nueva orientadora Carmen Rodríguez, junto al jefe de convivencia Santiago López han continuado con este proyecto y además han comenzado a formar a 2 alumnos como cibermentores, Damián Cabeza y Mario Golbano.También se han unido algunos nuevos alumnos al grupo de mediadores, ya que muchos de los actuales están cursando 4º de ESO y, por lo tanto, el año que viene tendrán que dejar nuestro instituto.
Nuestro centro es pionero en este proyecto de cibermediación y precisamente por esto queríamos mostraros nuestra iniciativa.
El ciberbullying es un tipo de acoso producido en las redes sociales, y al igual que el bullying, puede ser desde un problema menor como una discusión entre amigos hasta una pelea grave entre alumnos. En ocasiones el ciber-acoso puede pasar a las aulas o a la calle y no quedarse sólo en la red, por lo tanto los cibermentores necesitamos una formación tanto de cibermentor como de mediador. Nuestra formación está prácticamente finalizada, y ahora nuestra orientadora está recopilando información para poder ejercer tal trabajo. Nuestra misión es la promoción del disfrute seguro y responsable de las TIC por los menores, poniendo en el centro de la intervención a los adolescentes como agentes activos para: fomentar la práctica de la netiqueta (normas de etiqueta/comportamiento en la red); identificar y aprender a dar valor a la carga emocional de nuestras intervenciones en las comunidades online y, en consecuencia, a contribuir de forma positiva en su clima; dotarles de un entorno de aplicación y desarrollo de competencias emocionales, sociales y cognitivas; fomentar valores como el respeto, la solidaridad y la cooperación.
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