Basta de vandalismo en Almería

Hace unos días hemos sido testigos nuevamente del vandalismo urbano que por desgracia ocurre día tras día en cualquier pequeño rincón de nuestra ciudad. ¡Tenemos más peligro que Froilán con una escopeta de feria!

Los actos imagino que ocurren por la noche y pocos son presenciados, de todas maneras ha llegado a un punto en el que creo que nos daría igual, ya que nunca protestamos si no nos afecta a nosotros directamente sæcios... 

Un pequeño monumento a los emigrantes de Almería fue mutilado, partido e incluso desencajado. ¡Una gracia vaya! Yo sinceramente no sé que se le pasa a una persona por la cabeza para hacer este tipo de actos, es un entretenimiento súper tonto. Yo siempre he preferido divertirme de otra manera, hay miles de formas y seguro que mejor que estas. Puedes, por ejemplo, hacer un "simpa" en la cabaña del tío Tom, tropezar con una silla en la puerta, caerte, hacer el ridículo delante de todos los comensales y pagar la mesa íntegra que tus amigos han dejado sin pagar... ¡Qué noooo! ¡Qué es bromaaaa, que yo soy un santo!

Bromas aparte, os diré que es cierto también que los almerienses en muchas ocasiones pasamos miedo al ver esto, ni denunciamos, ni llamamos a la policía, ni regañamos a estas personas, las cosas hoy en día están de mírame y no me toques sæcio.

Posiblemente en otras ocasiones estos gamberrillos son menores, y claro, los padres están tan tranquilos en sus casas tocándose "el parral" y pasan absolutamente de los niños. A lo que se suman las malas compañías y los retos tontos cada vez más peligrosos. Hace unos días volvieron a quemar tres contenedores en la zona de Los Ángeles, y ahora repararlos nos costará el dinero a todos nosotros, pero claro son gracias y cosas de niños. Parece que nadie piensa en todo lo que acarrea este acto: dinero, costes, peligro hacia otros vehículos que circulen, los vecinos que vivan encima de los contenedores, una salida de los bomberos que están ocupados en caso de que ocurra otra desgracia mayor etc., etc... 

Vivimos en una ciudad súper pasota de todo, los jóvenes cada vez somos más peligrosos, nos dejamos guiar por modas, no tenemos respeto hacia los demás, no respetamos a nuestros mayores. Y en vez de ayudar al prójimo, en algunas ocasiones nos reímos de él. 

Está claro que luego llegan visitas de otros países y ciudades y deseamos que vean nuestra ciudad como un ejemplo a seguir, limpia, con buenos servicios y buena calidad de vida, pero creo que somos nosotros los primeros que no cuidamos de ella y señalamos a quien menos culpa tiene. Vuelvo a plantearme lo mismo, ¿hay algún juego ahora entre la juventud que consista en quemar cosas o romper monumentos? ¿Qué nos lleva a cometer este tipo de delincuencia? ¿Os creéis más guays por hacerlo? ¿Nunca nadie ve nada y puede aportar algo a nuestra policía? ¿Pensáis que hay miedo? ¿Acabará alguna vez esto?