Almería Postureo ha dado con la tecla y ha resuelto la duda que muchos estaban esperando. ¡Ya sabemos para qué sirve Facebook realmente!
Facebook, esa plataforma un puñao de grande que todos conocemos, nos está cambiando la vida. Estamos creando abogados, inventores, ingenieros y políticos en cada publicación. Está cambiando todo y nadie hace nada, ni se percata de la situación.
Antes la red era un sitio donde tu subías fotos con tus amigos, tu churri, tus escapadas al Cabo Gata, tus botellones, tus clases de Kayak un 12 de enero... ¡Tus cosicas en general vaya! Ahora eso ya no tiene nada que ver, hoy en día es raro que no veamos una paliza, 7.800 perros perdidos, publicidad, montajes de fotos, publicidad, política y publicidad.
Esto es como dijo mi amigo Batlles (@fbatlles en Instagram, soltero, con piso propio, un Fiat en propiedad, y amante del Jamón Ibérico) en uno de sus monólogos: “Facebook es la plataforma social más grande del mundo donde se publica que se ha perdido un perro en Venezuela, lo comparte uno de Viator y acaba apareciendo el perro en el Zapillo” ¡Todos los días se pierden en Almería más de 70 perros! ¡Todos misteriosamente están enfermos o necesitan medicación! ¡Que el día que uno cree una página de perros perdidos se forra vaya!
Otra cosa muy buena de Facebook es la intimidad y la discreción que presenta en cada una de nuestras publicaciones, es decir, tú publicas una foto dándole un beso a una persona en una playa paradisiaca de Carboneras y automáticamente en menos de dos minutos tienes 871 pantallazos, han visitado tu perfil más de 1.000 personas, te han salido dos hijos en Cuenca y uno en Dalías, y además llevas engañando a tu novia 4 años con tu prima Sheila que ha bajado de vacaciones... ¡Qué capacidad de invención tiene la gente, Saecio! ¡Es tremendo!
No nos podemos olvidar de esas fotos tiernas que subes con tu parienta en una puesta de sol, y al día siguiente por la calle gente que no tiene ni Internet en el móvil te dice:
- Madre mía, Saecio, que foto más bonita subiste ayer con la Jessica, con ese sol de fondo de película ¿Aónde es eso?
Y claro, tu sorprendido le dices:
- Pero vamos a ver un momento chocho mío, tú, Encarnita, que no sales de la frutaría, que llevas cerca de 7 años con la soga al cuello, que trabajas más horas que tiene el sol para vender medio kilo de naranjas, dos de patatas y una bolsa de aceitunas al mes, tienes 78 años ahí metíos, que no tienes ni móvil porque dices que da radiaciones mortales... ¿Dónde coño has visto la foto? ¡Si yo mi perfil lo tengo privado! ¿¡Quién se dedica a ir por los negocios del barrio enseñándole mis fotos a la genteeeee!?
Que te enervas Saecio, que te enervas. Que tu abuela ve tu Facebook a diario, conoce los amigos que tienes, las cosas que compartes y, sin embargo, llegas a su casa y te dice que cómo funciona la batidora, que no se acuerda ya. ¡Abuela jamía! Que esto no tiene más historias, que esto es solo darle al botoncico, y cacharro pa’ arriba, cacharro pa’ bajo. ¡Ohú, por Dios!
Facebook nos está quitando los mejores momentos de nuestra vida... ¿Soy yo el único que piensa y al que le ocurre todo esto?
Por cierto, Conchi la de la pescadería, que estaba resfriada hace unas semanas, y cerró su negocio y puso con tó su papo “Cerrado por resfriado de Conchi” ya está mejor Saecios, gracias a todos por el ánimo y apoyo a la causa. #TodosSomosConchi
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