El Parque Natural de Cabo de Gata- Níjar puede presumir de ser uno de los pocos geoparques que dispone nuestro país (solo ocho son reconocidos como tal por la UNESCO) Lo que se entiende por un geoparque es un territorio que presenta un patrimonio geológico notable y que lleva a cabo un proyecto de desarrollo basado en su promoción turística, de manera que debe tener unos objetivos económicos y de desarrollo claros. Para considerarlo como tal debe cumplir como requisitos: 1) la existencia de un patrimonio geológico que sirva de protagonista y eje conductor,2) la puesta en marcha de iniciativas de geoconservación y divulgación 3) favorecer el desarrollo socioeconómico y cultural a escala local.
Todos estos principios los cumple el parque de Cabo de Gata que cuenta con un peculiar paisaje geológico de formas caprichosas, con un particular colorido, en el que dominan los tonos rojos, ocres y negros, con un extenso abanico de rocas volcánicas, con tipos diferentes de composición, texturas y estructuras.
Para hacerse una idea de su formación (entre seis y quince millones de años) hay que imaginar que la línea de costa se situaba entonces próxima a la Sierra de Filabres y el mar invadía las actuales depresiones de Vera, Tabernas, Sorbas, Níjar y Almería. Una serie de colisiones entre las placas africana y europea produjeron una gran actividad volcánica y generaron islotes en una zona que era un mar tropical y que fue construyendo atolones y arrecifes de coral.
La falla de Carboneras es fruto de esta gigantesca actividad tectónica que modificó el relieve de la zona, levantando grandes bloques de material volcánico y creando lugares como la Serrata de Níjar y desplazando el complejo volcánico hasta su posición actual, en un viaje de cientos de kilómetros.
Un sitio recomendadopara conocer in situ los efectos de esta poderosa falla, que pertenece a un sistema tectónico que nace al sur de Almería y acaba rompiendo por la mitad las Islas Baleares tras pasar por las cercaníasde Palomares y Lorca, es acercarnos a la playa de los Muertos y ver con nuevos ojos las moles de piedra que limitan su parte sur.
Como si fueran de azúcar, estas gigantescas rocas volcánicas se han desprendido de los acantilados por la acción del continuo movimiento de la falla que lleva a fracturarlos y que pude verse perfectamente desde la playa como si se laminase a una escala gigantesca esta acantilado.
Luego la acción del mar realiza el caprichoso modelado que hace a esta parte de la playa ser protagonista de muchas fotografías. Una playa compuesta fundamentalmente por sedimentos de cuarzo traído por la deriva de la corriente de la costa de otros sistemas montañosos más al norte.
Mesa Roldán es otro de los monumentos naturales que nos indican las condiciones tan cambiantes del clima. Subir a su faro es hacer un viaje de millones de años, con estas aguas convertidas en un mar tropical y en un relieve volcánico submarino que iría depositando en su corona un atolón de arrecife para emerger y quedarse en esta curiosa montaña.
El cerro de la Vela Blanca es uno de los puntos privilegiados ( unos 200 metros sobre el nivel de mar) para divisar toda la línea de costa de Cabo de Gata y al que podemos acceder en coche hasta su cima, yendo con mucho tiento por la carrera que parte antes de llegar al faro de Cabo de Gata debiendo realizar a pie la visita a sus calas mas inmediatas como son las de la Media Luna y Mónsul.
La Vela Blanca es lo que se conoce como un domo o gran cúpula que nos señala su origen volcánico y nos regala a la vista con contrastes espectaculares en su roca oscura gracias a las toberas de cenizas fosilizadas que tiñen de blanco zonas concretas de su costa. Comenzando con Cala Rajá y sus adyacentes y siguiendo por su accidentada costa que nos lleva hasta Mónsul, donde reside su famosa vela blanca que la leyenda culpaba de que las naves naufragaran creyendo que eran las velas de un barco en una ensenada fantasma.
El Hoyazo de Níjar es otro de los alicientes que ofrece el geoparque de cabo de Gata, donde podremos pisar un auténtico volcán submarino de hace nada menos que 6,2 millones de años. Un volcán erosionado por el tiempo y que ofrece en su cresta un arrecife de coral fosilizado que da majestuosidad al mismo.
Las diferentes torrenteras que surcan todo el hoyazo dejan un lecho de minerales (lo que los geólogos llaman placeres) donde es fácil encontrar granates y dando nombre al barranco donde se encuentra: el de las Granatillas. Su acceso es sencillo por la autovía A-7 ( dirección Murcia)y desviarse sin entrar en el bonito pueblo nijareño por una pista de tierra donde veremos un cortijo y un aljibe circular.
Una peculiaridad de la geología del parque es lo que se conoce como disyunciones columnares donde la geología juega a la geometría y produce unas espetaculares columnas hexagonales fruto del enfriamento de una burbuja de magma. En la antiguedad eran aprovechados para sus uso como baldosas quedando comotestigos canteras como l a de Cala Higuera en San José.
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