La Audiencia Nacional juzga a los tres yihadistas de Daesh detenidos en Almería

La Audiencia Nacional juzga desde este miércoles por un presunto delito de integración en organización terrorista a Abdel-Majed Abdel Bary, un rapero británico a quien acusa de ser líder de una “célula” del Estado Islámico que se financiaba con estafas bancarias y que buscaba “consolidar” el califato islámico en España.

Abdel Bary acaparó titulares en 2015 cuando el diario británico ´The Daily Mail´ informó de que había dejado su vida de rapero en Reino Unido para unirse a las filas del Estado Islámico y de que su padre había sido condenado en Estados Unidos a 25 años de cárcel por conspirar en los atentados que tuvieron lugar en 1998 contra embajadas en África.

Ahora, según consta en el escrito de acusación al que ha tenido acceso Europa Press, el rapero se enfrenta a 9 años de prisión mientras que los otros dos componentes de esa célula, Abderrezak Seddiki y Kossaila Chollouah, lo hacen a penas de ocho y siete años de cárcel. Los tres fueron detenidos en abril de 2020 y desde entonces han permanecido en prisión provisional.

Según el relato de 19 folios de la Fiscalía, los tres “formaban parte de un grupo que asume y participa de los medios y procedimientos violentos propios de la organización Estado Islámico con el objetivo final de consolidar un califato islámico regido por el Corán y la Sharia”.

Fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press que la acusación popular que ejerce la AVT ha solicitado las mismas penas de prisión que la Fiscalía. Los acusados accedieron a la provincia de Almería en las primeras semanas de la pandemia a través de una lancha rápida desde el entorno de Orán (Argelia). El CNI obtuvo información sobre la posible entrada de los yihadistas y articuló un dispositivo en coordinación con la Policía Nacional.

Los terroristas entraron por Cabo de Gata, desembarcaron antes de ser apresados por la Guardia Civil y fueron trasladados en un taxi pirata hasta un piso franco en la calle Cádiz, a unos pasos de la Puerta Purchena. La vivienda se estaba alquilando a través de una conocida plataforma como piso turístico y los yihadistas quisieron protegerse temporalmente hasta poder trasladarse a otro lugar.

Sin embargo, aquellos días de abril de 2020 las salidas estaban totalmente prohibidas por las restricciones impuestas por el confinamiento y cualquier movimiento podía levantar sospechas. Una compra de comida terminó por descubrir a los yihadistas. Abdel Bary está vinculado al grupo más radical y violento de Estado Islámico, responsables de secuestros y crímenes.