Los almerienses dan de baja 70.000 vehículos desde la llegada de la crisis

Son tiempos duros para miles de familias almerienses; la crisis no respeta ninguna de las actividades cotidianas y el vehículo particular tampoco ha quedado al margen de las consecuencias de una situación económica difícil. Desde que se vislumbrara la crisis allá por el año 2007, y sus primeras manifestaciones, alrededor de 70.000 vehículos, entre coches y motocicletas, han sido dados de baja en la provincia.
En los años de bonanza las familias almerienses llegaron a acumular casi dos coches, pero esa situación está cambiando a medida que se ahonda en las dificultades, de forma que, bien de forma definitiva o bien de forma temporal, miles de familias están optando por retirar de la circulación alguno de sus vehículos.
Más de 55.000 a desguace
Desde el año 2007 y hasta finales de 2011 se han contabilizado por parte de la Jefatura Provincial de la Dirección General de Tráfico un total de 55.681 bajas definitivas de vehículos de particulares, unas cifras que han crecido respecto a periodos anteriores.
Pero si las bajas definitivas han experimentado un notable incremento, más acusado aún es el que se produce en el apartado de bajas temporales. Se trata de coches que, en general, son más nuevos que los que se mandan al desguace, pero que sus propietarios no pueden mantener. Por ello se acogen a una modalidad que en los tres primeros meses de este año han llevado al ‘paro forzoso’ a cerca de 3.000 vehículos.
La razón que se apunta desde Tráfico es que estos coches, aún en buen estado, son aparcados temporalmente para evitar pagos como el del impuesto municipal de vehículos, los seguros o la Inspección Técnica (ITV), además de los costes propios de los vehículos en mantenimiento o consumo de gasolina. Un coche en baja temporal pueed suponer un ahorro anual que supera con creces los 1.500 euros, una cantidad nada despreciable cuando se habla de una situación de crisis económica que ya se prolonga durante cinco años.
Los datos de recaudación reafirman esta situación de descenso del parque móvil. Sólo en el caso de la capital el número de vehículos que pagan el impuesto municipal ha pasado de los 134.489 del ejercicio de 2008 hasta los 122.769 que tendrán que pagar este año ese impuesto, es decir una reducción de vehículos en circulación de 11.720 unidades, sumando coches y motos, en apenas cuatro años y cuando no se ha producido un descenso en el número de habitantes en el término municipal de la capital.
Los economistas consideran que, al menos de momento, los que se están desprendiendo de coches son familias que disponían de más de un vehículo, aunque de persistir la crisis, y la reducción de los ingresos por rendimientos de trabajo, muchos propietarios de un sólo vehículo pueden optar por dar de baja sus coches. En el caso de las bajas temporales, esa situación se prolongaría hasta la llegada de ‘tiempos mejores’ para el conjunto de los ciudadanos de la provincia.