Acuamed debe 60 hectómetros de la desaladora de Cuevas a los regantes

En 2011 se inauguró con todo boato y con la presencia de la entonces ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, la desaladora de Cuevas del Almanzora promovida por la empresa pública Acuamed.

Unos meses después, el aciago día de San Wenceslao de 2012, la riada arrambló con esa instalación que había costado 77 millones de euros y que ha quedado desde entonces en el dique seco, varada en la misma rambla donde sorprendentemente se construyó

A pesar de que los últimos Presupuestos contemplaban una partida de 10 millones para su reparación, ninguna obra de arreglo se ha hecho hasta ahora. Los principales damnificados de esta infraestructura- que pasó a estar en el ojo del huracán en la denominada Operación Frontino, por financiación ilegal- son los agricultores del Almanzora que no han recibido las cantidades de agua propuestas. De hecho, existe desde entonces un incumplimiento de contrato por parte de la sociedad promotora de la obra que se comprometía a suministrar anualmente 15 hectómetros cúbicos a la sociedad ‘Aguas del Almanzora’ a un coste estimado de 36 céntimos el metro cúbico. En el contrato firmado hace más de un lustro se especificaba que si alguna de las partes no cumplía con el acuerdo debían establecerse medidas compensatorias.

Pioneros
  En este caso, han sido cuatro años los que Acuamed ha dejado de suministrar agua de esta desaladora lo que suma 60 hectómetros, una cantidad que el vicepresidente de Aguas del Almanzora, Fernando Rubio, califica de muy importante “porque permite contratar muchos jornales y mantener cultivos”.
Uno de los proyectos de obtención de caudal en las que se podrían concretar esas compensaciones sería la llegada de agua en barco petrolero hasta el Puerto de Carbonera para conducirla hasta el Almanzora . “Si obtenemos apoyo de la Administración creemos que la idea de traer agua en barco no es descabellada, siempre que el precio del flete no sea muy elevado, en torno a 30 céntimos el metro cúbico podría ser una óptima tarifa de partida”, señala Rubio. Aguas del Almanzora ya ha empezado a estudiar esta iniciativa en su Consejo de Administración y ha hecho también partícipe a la Consejería de Medio Ambiente.

Intermediarios de navieras internacionales se han dirigido a comunidades de regantes de Murcia y el Levante almeriense para ofrecer fletes de agua para regadíos, ante el descenso que ha sufrido el negocio del transporte de petróleo en los grandes buques internacionales. Se calcula que el vientre de estos grandes barcos pueden almacenar hasta medio hectómetro de agua.

Los regantes del Almanzora ya fueron pioneros en la aventura de financiar con recursos propios las obras de un trasvase como el Negratín valorado en 450 millones de euros. Desde entonces, esta macroobra ha generado unos 30.000 empleos en la comarca y ha permitido consolidar unas 25.000 hectáreas de cultivo al aire libre y en invernadero.
Sin embargo, desde la última campaña vienen padeciendo los regantes graves problemas de falta de agua para regar. De la desaladora de Carboneras hace dos meses que no obtienen caudal ,del Tajo-Segura el aporte es testimonial y la sequí a ha agravado su situación.