Entre tanto cauce seco, entre tanto pozo agotado, entre tanta carestía pluvial, una positiva noticia para los más de 10.000 regantes del Levante y el Almanzora: el Ministerio de Agricultura publicó ayer en BOE la resolución del Informe de Impacto Ambiental de la Desaladora de Cuevas del Almanzora, el primer hito para su ansiada reparación.
Suma más de cuatro años -desde la aciaga riada de San Wenceslao del 28 de septiembre de 2012- en el dique seco, sin oficio ni beneficio, esta ambiciosa obra hidráulica promovida por Acuamed y costeada por el erario público por valor de 77 millones más un sobrecoste de 18 millones de euros, incluida, por ello, en la operación policial Frontino.
La Secretaría de Estado de Medio Ambiente no plantea fechas de inicio de obras en el informe pero sí las características y las cautelas adosadas a los trabajos.
Red Natura
Las obras afectan, según el informe, a protegidos parajes cercanos a la Red Natura como la Zona de Especial Conservación de la Sierras de Almagrera, Los Pinos y el Aguilón, además de la Zona Arqueológica de Villaricos y Cerro de Montroy.
El informe concluye, no obstante, que “no es previsible que el proyecto de las obras de protección de la planta desaladora del Bajo Almanzora vaya a producir impactos adversos significativos”. El objeto del proyecto es garantizar la protección de la planta con la ampliación del encauzamiento de la Rambla Canalejas y la modificación de 830 metros del trazado de la carretera de Villaricos a La Muleria. Acuamed, la empresa promotora, prevé también la construcción de un viaducto sobre la Rambla que anegó la instalación dejándola inservible, a pesar de los costosos estudios previos que se hicieron en esa fecha para elegir el lugar idóneo para su ubicación.
También el proyecto contempla la construcción de desagües bajo los diques de encauzamiento que consistirán en la instalación de tubos de drenaje de hormigón armado.
Se adjuntará una estación de bombeo en la confluencia del río Almanzora y la rambla Canalejas que extraiga el agua de la escorrentía al cauce, así como una zanja de drenaje de 780 metros de longitud. En el documento ambiental formulado y rubricado por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra, se planteaba como alternativa la construcción de un dique alrededor de la parcela de la desaladora con una altura entorno a 10 metros que ha sido desestimado por los riesgos de rotura. Este año se habían reservado 22 millones en los Presupuestos Generales del Estado para la reparación de la Desaladora de Cuevas que no podrán ser ejecutados hasta anualidades siguientes.
Los regantes del Almanzora han venido reclamando estos últimos cuatro años el arreglo de esta instalación que debería haberles aportado de forma agregada 60 hectómetros cúbicos.
Si cría la garcilla habrá que parar las obras
El proyecto de las obras de reparación lleva adosada una serie de medidas preventivas sobre la fauna autóctona como la tortuga mora y la garcilla cangrejera. El informe especifica que, “en caso de localizar parejas reproductoras en la zona se deberán paralizar las actuaciones planificadas hasta que los pollos abandonen el nido paterno”.
También se incluye un proyecto de restauración vegetal de tarayales, espadañas y aneas mediante hidrosiembra. Se prevé la utilización del hueco de una antigua explotación minera para el vertido de 80.000 metros cúbicos de tierra.
Aunque en principio no es previsible, según el informe, afección sobre el patrimonio cultural, se realizará una prospección previa de la zona y un seguimiento continuo de un arqueólogo durante la sede de remoción de tierras e intervención en el subsuelo.
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