La desaladora de Cuevas se convierte en el camarote de los Hermanos Marx

El trajín con la desaladora de Cuevas del Almanzora desde 2012 lleva camino de convertirse en el camarote de los Hermanos Marx, si no fuera porque costó 77 millones de euros y porque el campo se pudre sin esos 12 hectómetros que contemplaba dar a los regantes.

A la fecha actual, ha sido una de las obras hidráulicas más estériles -si no la que más- realizada en la provincia de Almería en toda su historia, con permiso del Pantano de Isabel II en Níjar.

Las obras de reparación de la desaladora, ubicada entre Villaricos y Palomares, no podrán comenzar hasta que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía presente a Acuamed el informe ambiental que asegure que las obras de reconstrucción de la planta no corren peligro en caso de producirse nuevas riadas.

Así lo ha confirmado el director general de Acuamed, Francisco Javier Baratech, durante la reunión celebrada en Madrid con Aguas del Almanzora y representantes de la Junta Central de Usuarios de Aguas del Almanzora.

Acuamed manifestó a los regantes que espera recibir cuanto antes de la Consejería de Medio Ambiente un Plan de Evacuación que certifique que el embalse de Cuevas del Almanzora y la rambla de Canalejas pueden regular conjuntamente hasta 3.000 metros cúbicos en caso de producirse nuevas riadas. Según la información facilitada por Acuamed a los representantes de la Mesa, la presentación de dicho plan ambiental “es un requisito imprescindible” y, por tanto, condiciona el inicio de los trabajos de reparación de la desaladora, que se encuentra fuera de servicio desde hace cinco años a consecuencia de la riada en 2012.

La Mesa del Agua insta a la Consejería de Medio Ambiente a tramitar de urgencia los informes pertinentes para no demorar más la fecha de inicio de los trabajos de reconstrucción de la planta desaladora y hace un llamamiento a la colaboración  entre administraciones para atender las necesidades en la comarca, donde se padecen los efectos más graves de la sequía tras la suspensión de los trasvases Tajo-Segura y del Negratín.

En cuanto a la duración de los trabajos para reparar la desaladora de Villaricos, la sociedad estatal Acuamed ha fijado un plazo de ejecución de 30 meses. Esto quiere decir que hasta mediados de 2020 la desaladora no producirá ni una gota de agua. “La lentitud en los plazos, la exigencia de nuevos informes y la confirmación de que la desaladora ya puede repararse porque no está intervenida por el caso Acuamed es la lamentable culminación de cinco años de esperas y mentiras”, explica el portavoz de la Mesa del Agua de Almería.