Apicultores y agricultores se alían para evitar los robos de colmenas

El tráfico ilegal de esta tipo de instalaciones móviles alcanza el punto álgido con la polinización del melón y la sandía

Manuel León
23:38 • 16 mar. 2018

En la actualidad un hombre cumple condena en el Acebuche por robo continuado de colmenas y dos más esperan sentencia. El hurto y venta ilegal de abejas para polinización se ha multiplicado en los últimos años y puesto en alerta a los cuerpos y fuerzas de seguridad para atajar este delito con el que cada vez más se obtienen pingües beneficios.


Esta vigilancia intensiva de la Guardia Civil, sobre esta actividad de polinización esencial para los cultivos de primavera, ha propiciado un acuerdo entre agricultores y apicultores en el seno de la organización de productores. “Con ello pretendemos evitar los robos, el tráfico ilegal y ofrecer garantías a las dos partes implicadas en este negocio”.


Con esta base, se trata de que los agricultores y los propietarios de colmenas reconozcan la capacidad necesaria para contratar el servicio de polinización necesario para los cultivos hortofrutícolas. 




Del mismo modo, otro de los principales motivos de poner en marcha este acuerdo es que el agricultor cuente con la garantía de que las colmenas que coloca en sus cultivos no son robadas. El acuerdo recoge, entre otros aspectos, los datos del apicultor, el código de la explotación apícola, el número de colmenas que colocará, la ubicación de la finca, el tipo de cultivo a polinizar, el periodo de tiempo y precio estipulado así como el número de cuadros abejas, cría y otras características.


El apicultor se compromete a colocar en el cultivo colmenas en perfecto estado sanitario y a contar con un seguro de responsabilidad civil. 




El acuerdo recoge los compromisos del agricultor como son el no utilizar plaguicidas o cualquier producto nocivo para las abejas durante la floración y avisar con antelación al apicultor en caso de tratamientos inevitables que puedan afectarlas, quedando en dicho momento el apicultor facultado para retirar definitivamente las colmenas del cultivo.
El agricultor se compromete a no cambiar las colmenas del emplazamiento en que se hubieran colocado por el apicultor sin previo aviso a éste.


Los agricultores también tienen que pedirles a los apicultores este acuerdo para firmarlo para evitar, entre otros aspectos, el robo de colmenas.




La polinización mediante las abejas que trabajan en colmenas silvestres alcanza su punto álgido entre marzo y abril para la campaña de primavera de melón y sandía (en calabacín es más inusual). Es ahora cuando más robos y actividad ilegal se puede detectar en este segmento de negocio. Almería es una de las provincias con mayor número de colmenas en el sur peninsular, la gran mayoría de ellas dedicadas a la polinización. Hasta ahora, el alquiler de colmenas ha flotado en un limbo legal puesto que, en muchos casos, el agricultor no pedía al apicultor la matrícula o código que debe de portar cada colmena.



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