Nace una nueva asociación de productores ecológicos dirigida solo por mujeres

Los bisabuelos de Antonia Ruiz, la presidenta de la nueva Asociación de Productores Ecológicos en el Levante almeriense (Ecocampo), ya  cultivaban naranjos en Huércal Overa. Más de un siglo después, su bisnieta -una maestra jubilada consagrada ahora a recoger lo que da la tierra-  sigue a pie de árbol, en su huerto dorado de El Saltador, con la ilusión de no deteriorar el paisaje, de legar el mismo entorno rural, la misma corteza, los mismos frutos que ella heredó de sus antepasados.

Con este reto, en tiempos movedizos para el sector agroalimentario, encabeza una asociación que se acaba de constituir en base a la unión de una veintena de agricultores que suman unas 500 hectáreas de producción ecológica al aire libre.

Los socios de Ecocampo tienen sus tierras diseminadas por Huércal-Overa, Zurgena, Arboleas, Cuecas del Almanzora, Purchena, Cantoria, Vélez-Rubio y Chirivel y producen con certificación de ecológico naranjas, mandarinas, pomelos, limones, ciruelas, membrillos, granados, caquis, uva para vinificación, habas, cebollas, lechugas, la mayor parte al aire libre.

Son agricultores que comercializan de forma autónoma, excepto algunos que están asociados a la SAT AAgrolevante de Huércal-Overa, dentro de la línea de ecológico. El próximo 15 de junio hacen su presentación oficial con el reto de seguir desarrollando una producción responsable y sostenible con el medio ambiente. “En la asociación hay personas  mayores, agricultores tradicionales, pero también gente joven y técnicos agrícolas con formación que comparten la misma vocación”, apunta Ruiz. Además de ella, como presidenta, la vicepresidenta, secretaria y tesorera son también mujeres, es decir, una directiva matriarcal poco frecuente en este tipo de entidades asociativas. Añade Ruiz que “queremos defender los intereses de la agricultura ecológica y los valores nutricionales que reportan, es verdad que hay un repunte en el consumo, pero aún estamos por debajo de la media europea, donde el consumo es mayor”.

Ruiz expone que “esa diferencia en el cultivo, sin fertilizantes químicos de síntesis, no siempre se recoge en el precio, a pesar del esfuerzo que hacemos y de la espera de tres años para conseguir la certificación”.

En esta nueva asociación hay algunos miembros que tienden hacia la agricultura biodinámica, un paso más allá de la agricultura ecológica. La presidenta, se dedica al cultivo de naranja en variedades Lanelate y Navelina,  que sufren los vaivenes del mercado en cuanto a precios.