El almeriense Fernández-Revuelta, nuevo consejero de Cajamar

El consejero delegado de BCC-Grupo Cajamar, Manuel Yebra, no prevé que la entidad sufra un incremento significativo de la morosidad para este año, dado que su financiación, en su mayor parte, está concentrada geográficamente en las zonas menos afectadas del país.

Además, su cartera crediticia tiene un peso relevante de la industria agroalimentaria, la cual se está viendo menos afectada que otros sectores industriales por la crisis del coronavirus, según ha remarcado en su discurso pronunciado en la junta general ordinaria de accionistas celebrada este martes.

En cualquier caso, Yebra ha explicado que la pandemia del coronavirus ha alterado el comportamiento de la actividad comercial y, en consecuencia, de los ingresos de las entidades financieras.

Así, estima que el sector en general podría experimentar una caída de resultados y un aumento de la morosidad en el conjunto de año cuyo alcance dependerá del grado en que se extiendan los impagos de empresas y familias, a pesar de las medidas adoptadas para procurar paliar el alcance de la actual situación económica y social.

“Nos esperan días difíciles, especialmente en el segundo semestre del año, pero estamos preparados”, ha reconocido también Yebra, añadiendo que el grupo está "preparado, dispuesto y cuenta con los recursos para apoyar a la economía productiva” en el actual contexto económico de deterioro.

Por su parte, el presidente de BCC-Cajamar, Luis Rodríguez, ha indicado que, más allá de la cuenta de resultados de cierre del ejercicio, esta crisis les permitirá “hacer visible su sensibilidad como banca cooperativa y potenciar su vocación de servicio a las personas y a la economía en general”.

“Recordaremos este año por el alcance de nuestro desempeño financiero para contribuir a la estabilidad de los hogares y la recuperación de la actividad económica nacional”, ha subrayado Rodríguez.

Durante la reunión, los accionistas han aprobado el informe de gestión y las cuentas anuales individuales y consolidadas, así como al informe de sostenibilidad-estado de información no financiera correspondiente al ejercicio 2019. Asimismo, han dado su conformidad a la propuesta de incorporación como nuevos miembros del consejo de administración de Ana Núñez Alvarez y Luis Fernández-Revuelta Pérez, ambos como consejeros independientes, que se hará efectiva cuando finalicen los procesos de autorizaciones e inscripción en el registro de altos cargos.

Atendiendo a la recomendación del Banco Central Europeo (BCE), la junta general ha acordado también la suspensión del pago de dividendos, por criterios de prudencia, decisión que se mantendrá al menos hasta el próximo mes de octubre.

Debido a las restricciones de movilidad entre provincias impuestas por el vigente estado de alarma, la junta se ha celebrado en la sede del Banco en el Paseo de la Castellana de Madrid, por vía telemática.