Los españoles compran cada vez más frutas y hortalizas que vienen de Marruecos

Puede que sea porque más del 80% de la producción almeriense de frutas y hortalizas se consume en los mercados europeos, pero lo cierto es que los españoles cada vez comen más  de  estos alimentos procedentes de terceros países.

Y en concreto, la vecina Marruecos, con actividad hortícola al alza -sobre todo en tomate- se lleva la palma con importaciones  a España por valor de 469 millones de euros hasta abril, lo que representa un 11% más que en el mismo periodo del año anterior.

La progresión de Marruecos en el mercado español ha sido ascendente  y continua en los últimos años. En los últimos seis años la compra en España de hortalizas marroquíes ha pasado de 304 millones a 469, un 54% más.

La dependencia de Marruecos del campo almeriense, además, tiene además un segundo perfil y es que el 55% de los trabajadores de los invernaderos de la provincia son de origen magrebí.

Después de Marruecos el segundo origen de las frutas y hortalizas importadas por España es Francia, con 119 millones de euros, un 6% más que en 2021 y el tercero Perú, con 100 millones de euros y un 9% menos, según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales procesados por FEPEX. Tras estos tres países, la importación española se centra en Portugal, Costa Rica y Países Bajos. Las compras de frutas y hortalizas frescas procedentes de Portugal ascendieron a 70 millones de euros de enero a abril de este año, un 8% más que en los mismos meses de 2021. De Costa rica se importó por valor de 65 millones de euros (7%) y de Países Bajos se importó por valor de 60 millones de euros (4%). El año pasado, sin embargo, Marruecos redujo las exportaciones de su producto estrella -el tomate- a la Unión Europea.

Según los datos recogidos por el Observatorio de Precios y Mercados de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta andaluza, en la actual campaña de exportaciones de Marruecos, que se extiende desde el 1 de octubre hasta el 31 de mayo, el país norteafricano no ha llegado a cubrir el cupo que tiene autorizado en sus acuerdos con la Unión Europea, cifrado en 285.000 toneladas.

Al cierre de esa campaña los exportadores marroquíes habían enviado al continente 271.082 toneladas, es decir en torno a 14 millones de kilos menos.