El Foro AgroGO!, promovido por AgroBank para impulsar los grandes retos de la agricultura de riego andaluza, ha celebrado su tercera sesión en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas con una jornada celebrada en Almería, en la sede de Tecnova, en el Parque Tecnológico de Almería.
Una jornada en la que se ha debatido sobre el potencial de las aguas regeneradas y desaladas para el futuro del regadío andaluz. Un debate que ha estado marcado por la gravísima situación de sequía que sufre Andalucía -con la reserva de agua por debajo del 27% en la región, y algunas provincias como Almería en una situación especialmente delicada, con los embalses al 15%- y por la preocupación que provoca el impacto del cambio climático sobre la el agua de cara al futuro.
Escasez
De hecho, las consecuencias del cambio climático se han dejado notar ya en las aportaciones a los embalses: comparando los últimos cuarenta años con los últimos ochenta, éstas han descendido en torno al 10 por ciento en el conjunto de las cuencas, y las proyecciones de la planificación hidrológica para el año 2040 son de una reducción de las lluvias cercanas al 10%.
Este descenso de las precipitaciones provocará un decrecimiento aún mayor en los volúmenes embalsados y por tanto en la disponibilidad de agua para el regadío.
Nuevas fuentes
Por ello la diversificación del mix hídrico con nuevas fuentes alternativas diferentes a las aguas superficiales y subterráneas será fundamental para que la agricultura de riego pueda compensar el impacto negativo sobre la disponibilidad de recursos hídricos provocado por el cambio climático, que traerá también un incremento de la temperatura de 1,5 grados en Andalucía para el año 2040, lo que aumentará las necesidades de agua de los cultivos.
Por esa razón la planificación del nuevo ciclo hidrológico triplica en Andalucía los recursos procedentes de la desalación y la regeneración, elevándolos a 338 hm3/año, de los que 300 se concentran en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, donde las inversiones previstas en estas infraestructuras representan una oportunidad histórica para minimizar su déficit histórico
300 hectómetros más
La planificación hidrológica de las Cuencas Mediterráneas prevé más de 100 hm3/año de aguas regeneradas y más de 198 de aguas desaladas. Con ellos, puede pasar de un déficit hídrico actual estimado en 183 hm3/año a uno de apenas 15 hm3/año.
Sin embargo, el impacto sobre el resto de cuencas andaluzas es muy poco significativo, pues no se contemplan aguas desaladas para el resto de cuencas andaluzas, y por debajo de 30 hm3 en aguas regeneradas en esas áreas.
Los regantes coinciden con las administraciones en la necesidad de apostar por las nuevas fuentes alternativas, de especial interés para el litoral, pero sin renunciar a mejorar la garantía de los recursos convencionales invirtiendo en presas y balsas, modernización y trasvases. Asimismo, inciden en la necesidad de contar con el agua a un precio razonable y asumible para el desarrollo sostenible de la agricultura de riego, en un contexto de pérdidas económicas causadas por las restricciones y fuerte presión de los costes.
El valor de la seguridad
En el debate sobre el futuro de los regadíos que ayer tuvo lugar en la sede de la Fundación Tecnova, impulsado por la entidad financiera Agrobank, la división especializada de Caixabank en innovación, digitalización y sostenibilidad de la agricultura, destacó el hecho de que los dos sistemas de obtención de nuevos recursos hídricos que se perfilan como las mejores -si no las únicas- soluciones para poder atender la demanda de agua de los cultivos, servirán sobre todo a los productores de la provincia, en un porcentaje claramente superior a los del resto de provincias y de cuencas andaluzas.
En palabras del presidente de Aguas del Almanzora, José Caparrós Segura, la desalación y el uso de aguas regeneradas “nos da a los agricultores una ventaja esencial: la certidumbre”, aunque reconoce que aún habrá que afrontar algunas lagunas en ese modelo desde el punto de vista económico y ambiental.
Para el presidente de la Federación de Regantes de Almería, José Antonio Fernández Maldonado, el precio de conseguir aguas residuales para regadío no es importante y no debe ser un problema “porque el ciudadano ha de ser consciente de que tiene que hacer frente a los gastos de devolver el agua en similares condiciones a las que la consumen”. Tiene claro además que todas las aguas alternativas son necesarias “porque todas las masas de agua de la provincia están sobreexplotadas y tenemos el compromiso de recuperarlas”.
Isabel Oller, investigadora de la Unidad de Tratamientos de Aguas Solares de la Plataforma Solar de Almería, señala que, aunque este tipo de tecnologías van con retraso, “me alegra que al fin las administraciones públicas impulsen este tema porque esas aguas, con la tecnología aplicada, ofrecen un alto nivel de calidad y un coste menor, sobre todo en las regeneradas. Un punto de vista que comparten otros asistentes de la jornada como el delegado de Agricultura, Antonio Mena.
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