Ha cumplido sus bodas de plata en la gestión pública, desde que, siendo aún veinteañera, fue elegida diputada provincial en aquellos tiempos de Enrique Arance en los que dio el salto desde su Adra natal a la calle Navarro Rodrigo. Después fue alcaldesa, parlamentaria, delegada del Gobierno de Andalucía, consejera y ahora eurodiputada en Bruselas.
¿En qué traje político se ha encontrado más a gusto en 25 años?
La vida política es un aprendizaje continuo. Todas las funciones son diferentes y todas me han dejado huella. Quizá el más cercano y vivo es la alcaldía.
A partir de ahora, una nueva vida en Europa, ¿Cuál es su día a día?
De lunes a jueves, todas las semanas en Bruselas, menos una que es en Estrasburgo, donde está el Pleno. Pertenezco a tres comisiones, una la de Agricultura y estoy como portavoz trabajando con dosieres; otra la de Pesca, en la que soy la presidenta de la comisión, soy la primera almeriense con esta tarea; y la tercera, la de Medio Ambiente, estoy como suplente.
¿Qué tiene más relevancia para el agro y la pesca almeriense lo que se hace en el Parlamento o en la Comisión?
Los comisarios con como ministros de la UE, pero el Parlamento tiene sus propias decisiones, de donde emana el poder. Las tres comisiones en las que yo estoy son muy relevantes para Andalucía y para Almería. En Medio Ambiente se puede trabajar mucho con el agua, aunque hay que ver en septiembre cómo quedan las comisarías.
¿Y cuáles serán los caballos de batalla en Agricultura?
Todo lo que tiene que ver con la PAC de cara a 2027, ya se está negociando. Etiquetado, comercio exterior, aranceles, son temas fundamentales.
¿Y en Pesca?
La Política Pesquera Común, la descarbonización, las cuotas. En noviembre tenemos el ICAT donde nos jugamos las cuotas del atún de Carboneras. Ya estamos trabajando con el dossier de los presupuestos y ya hemos pedido más recursos para el Fondo Europeo de la Pesca.
De gobernar para una Comunidad usted ha pasado a legislar para 27 países y 450 millones de europeos ¿Cómo se digiere?
Llevo quince días y es un cambio grande. Allí las cosas son completamente diferentes. Lo que me ha sorprendido es que hay mucha individualidad en cuanto a la capacidad de negociación de un eurodiputado. Y también la capacidad de llegar a entendimiento con negociación, no hay rigideces.
¿Los lobbies allí tienen la importancia que se les atribuye?
Sí, mucha, y aquí Almería tendría que mejorar, no tanto en Pesca como en Agricultura. Los agricultores de frutas y hortalizas y las empresas tienen que estar más presentes en Bruselas, las organizaciones agrarias sobre todo.
¿Preocupa en Bruselas el relevo generacional en el sector primario?
Es un tema sobre el que Von der Leyen se ha referido específicamente. Se habla mucho de competitividad en el sector, no solo de medio ambiente y producción verde.
Competitividad no ha sido una palabra muy usada en la UE.
Se ha empezado a cambiar, no solo hay que tener una ambición verde, sino que nuestros sectores sean competitivos.
¿Cómo se percibe desde el corazón de Europa la competencia de terceros países como Marruecos?
El tema de las cláusulas espejo hay que tener en cuenta que la avanzadilla la ha llevado Francia y nos ha sorprendido que no haya sido el Gobierno español en la presidencia española. Tenemos que tener las mismas consideraciones de exportación y los controles deben de ser más férreos. Hay que insistir.
¿Por qué está tan demonizada la pesca de arrastre en la UE?
La pesca de arrastre por sí misma parece chocante para ellos, consideran que es lesiva para los intereses biológicos. Pero el fondo del mar tiene capacidad de regenerarse y los estudios científicos deben ser anuales y no bianuales porque las cuotas son cada año. No es correcto, los informes no están actualizados, hay mucho desconocimiento.
Sin pesca fresca de arrastre se resentiría una hostelería como la de Almería.
No ha habido informes de impacto. Además, la capacidad del sector pesquero tiene mayores posibilidades de industrialización y diversificación a la que no le hemos prestado excesiva atención. Hay un campo importante por desarrollar de relación entre pesca y turismo.
¿Hay preocupación por la influencia del cambio climático en la agricultura como la de Almería?
El cambio climático no le viene bien a nadie, ni a Almería ni a Holanda porque implica cambios de fórmulas. Nosotros tenemos una mayor capacidad de adaptación al cambio climático para solventar la sequía con poca agua. Allí no han visto aún las orejas al lobo. Tenemos que mostrar cómo convertimos agua en alimentos. Antes venían a ver la maquinaria o la lana de roca de los invernaderos, ahora también tienen que ver cómo hacemos la economía circular con el agua.
¿Preocupa la despoblación?
Andalucía firmó un Pacto Rural Europeo, porque creemos que los temas rurales deben tener un presupuesto propio y hay que seguir. Es un momento difícil porque mucho presupuesto se está destinando a Defensa y Seguridad por guerras como la de Ucrania.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/20/economia/278180/las-organizaciones-agrarias-de-almeria-tienen-que-estar-mas-en-bruselas