Caracterizada por impresionantes paisajes, un ambiente de ensueño, playas paradisíacas y un clima envidiable, Almería es una provincia única con una capital olvidada.
La ciudad almeriense fue fundada en el año 955 d.C. sobre las tierras en las que antes se vislumbraba la ciudad romana de Portus Magnus. Durante la época del califato de Córdoba, fue el puerto clave de Al-Ándalus que vivió su máximo esplendor en el siglo XI.
Más tarde, en el siglo XV, la ciudad fue tomada por los Reyes Católicos pero, dos siglos después, nada quedaba de la espléndida ciudad morisca pues terremotos y plagas destruyeron gran parte de las edificaciones. No fue hasta el siglo XX cuando Almería comenzó a recuperar su esplendor.
La convivencia, durante tantos siglos, de diferentes culturas ha dado lugar a la existencia de rincones únicos en los que aún siguen vivas las huellas de antepasados que, como nosotros, vivieron en la provincia donde el Sol pasa el invierno.
Sin ir muy lejos, en la propia ciudad de Almería existen lugares realmente atractivos para ser visitados y totalmente adaptados al turismo. Una de las joyas de la capital es la Alcazaba, pues es uno de los monumentos más importantes por su belleza, su historia y por su estratégica localización. Además, la Catedral también esconde un encanto único digno de ser conocido.
En el especial de hoy haremos un breve recorrido por los rincones más característicos de la ciudad almeriense.
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