“Cuando vuelves, no puedes evitar sentirte más feliz”

El pasado 4 de marzo regresaba al municipio ejidense la enfermera Isabel López. Y lo hacía tras quince días de cooperación con la ONG jienense Quesada Solidaria. La brigada, que se desplazó hasta San Rafael del Norte, un municipio de Nicaragua, la componían nueve cooperantes de la sanidad pública andaluza: tres enfermeros; un radiólogo; tres cirujanos, uno de ellos, cirujano vascular; un anestesista; y un médico de atención primaria.

Isabel López lleva 18 años trabajando en el Hospital de Poniente como enfermera. En 2015 se embarcó en una nueva experiencia, incorporándose a la brigada que, cada mes de febrero, se desplaza a Nicaragua para ayudar a aquellas personas que necesitan unos cuidados médicos con carácter de urgencia. Y este año, decidió repetir. Fue el pasado 18 de marzo cuando hizo su maleta rumbo a San Rafael del Norte. Un equipaje cargado de material médico y “poca, muy poca ropa”.

Labor
El trabajo “más duro” se hace el primer día. Nada más llegar, los cooperantes deben hacer una primera consulta y valorar si una persona necesita intervención quirúrgica o no. Además, esa primera jornada montan los quirófanos, y preparan todo para llevar a cabo las intervenciones. En los quince días hicieron, entre otras cosas, 254 exploraciones ecográficas, 671 consultas de medicina de familia, 8 infiltraciones articulares y evaluaron quirúrgicamente a 247 pacientes, llevando a cabo 202 intervenciones quirúrgicas, de las cuales el 83% eran casos de cirugía de insuficiencia venosa crónica, o lo que conocemos como ‘varices’. “¡Y qué varices!”, exclamaba Isabel, “nada tienen que ver con lo que solemos ver aquí, en España”. 

 “Es una actividad 100% vocacional y altruista, porque tú vas los 15 días y no pides nada a cambio, al contrario, vienes cargada de cosas muy positivas”, asegura Isabel. “Cuando regresas sólo puedes pensar en la suerte que tenemos de haber nacido en un país como es España, y de tener todo cuanto tenemos”. Así, Isabel, a su regreso, hizo una balanza: “Lo que te traes es mil veces más de lo que te dejas. Cuando vuelves eres más feliz, no puedes evitar, egoístamente, comparar los ‘dos mundos’, así, relativizas los problemas y te das cuenta de que lo que nosotros tenemos es por factor suerte, de haber nacido aquí y no cuatro centímetros más a la derecha en el mapa”.

Anécdota
Lo que más destaca Isabel de su experiencia son las anécdotas que vivió en Nicaragua. Se le erizó el bello y sus ojos se humedecieron tan sólo de recordar alguna de ellas. Contaba la enfermera que el año pasado se pusieron dos expansores mamarios a dos mujeres jóvenes con cáncer de mama. Este año les llevaron un implante, algo que nunca hubieran podido permitirse. “Sólo con mirar sus ojos, su expresión de gratitud, es impresionante”. Los cooperantes visitaron la fundación Mariana de Lucha contra el Cáncer (Fumalccan), una organización local que establece herramientas para prevenir la mortalidad de las mujeres que sufren esta enfermedad, realizándoles un seguimiento y apoyándolas en todo momento. Contaba Isabel que “estas mujeres viven en lugares muy lejanos, y tardan a ir al hospital casi seis horas en un transporte público, que nada tiene que ver con el que hay en España, para someterse a quimioterapia. Y después de recibir el tratamiento, regresan a sus casas, sufriendo los efectos secundarios en un viaje tan largo. Y aun así, van felices y agradecidas, porque su sensación es de que le estamos salvando la vida, y se quedan con eso”.

Pionero
El Hospital de Poniente lleva siete años colaborando con esta causa, no sólo con profesionales como Isabel, sino también con material médico y quirúrgico. El pionero fue Benjamín Narbona, director de Área de Cirugía del Centro Hospitalario ejidense, quien, además, por primera vez, acudirá en abril como cooperante a la República Dominicana.