La lucha de un campeón de España

Para llegar a ser campeón de España de Yudo en su categoría, Juan Francisco Calvo García ha tenido que aprender a esquivar, a sus 14 años, algo más que las llaves de los contrarios. Una retinosis pigmentaria -enfermedad que deriva en una pérdida progresiva de la visión- le obligó a aprender unas nuevas reglas, una nueva manera de estar sobre el tatami; en definitiva un ‘nuevo’ yudo. Y ahí, en igualdad de condiciones, no hay quien le gane. Así lo ha demostrado en marzo en el  Campeonato de España de Yudo de la ONCE celebrado en Pinto (Madrid) y en el que se impuso a todos sus rivales.

Este joven campeón albojense ganó a lo grande. Con un final agónico. A falta de segundos logró el punto que le empataba con su adversario. Las dos faltas acumuladas por su rival hicieron que Juanfran, como todos le conocen, se proclamase campeón de España de la ONCE en la categoría de ‘junior pesos pesados’. Detrás de esta victoria hay casi toda una vida con el yudo presente. A los cinco años comenzó a practicarlo y desde entonces no ha parado. “Ahora los combates son más fuertes”, explica Juanfran, por lo que está empezando a practicar otros deportes para ganar fuerza.

Trayectoria
Este es el tercer campeonato de la ONCE al que acude. En los anteriores siempre rozó el triunfo. “Quedé tercero en uno y cuarto en otro”, recuerda. “El año pasado no tenía tanta fuerza ni resistencia como este”, explica al preguntarle por las claves que le han dado el triunfo.

Aún es pronto para hablar de futuro pero tiene claro que le gustaría seguir ligado al deporte y la forma física bien como entrenador de yudo o como fisioterapeuta. Sus entrenadores le han dicho que “no se lo crea”, cuenta su padre. Seguirá luchando, adaptando sus movimientos frente a la enfermedad con el mismo empeño con el que lo hace frente a sus rivales. Este, a buen seguro, no será el último triunfo que logre.

Motivación
En el caso de Juan Francisco, el paso dado para practicar yudo adaptado fue todo un revulsivo para continuar con este deporte. Ahora, por ejemplo, los combates comienzan con los deportistas agarrados a sus rivales, lo que les permite una pelea en igualdad de condiciones. Del yudo le gusta tanto la parte técnica como la física, ya que la clave de un buen yudoka está en “combinarlas”, valora. Por el momento seguirá entrenando (planea también comenzar con la natación) y a la espera del próximo torneo de la ONCE, al que tendrá que acudir en una categoría superior y empezar de cero frente a rivales de mayor edad que él.